El presidente en ejercicio de Bolivia, Álvaro García, promulgó ayer la Ley de Identidad de Género en un acto que fue calificado de histórico por la población LGBT que ahora podrá cambiar su nombre y sexo en documentos de identidad, cuentas bancarias, títulos profesionales, entre otros.
La Ley 807 permite a personas transexuales y transgénero acceder a una cédula de identidad con el sexo que opten. En la oportunidad, un grupo de personas cristianas se dirigió hasta Plaza Murillo donde rechazó la norma indicando que va en contra de los principios evangélicos.
En tanto, García señaló que sectores como obreros, mujeres e indígenas pelearon en el pasado por sus reivindicaciones, al igual que ahora sucede con las personas con diversa orientación sexual.
El pastor Jorge Gutiérrez, junto un grupo de cristianos, con carteles, rechazaron la norma y aseguraron que va en contra los principios divinos.