En el informe anual de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos 2015, la Relatoría de la Libertad de Expresión de la Organización de Estados Americanos recomienda a los estados miembros evitar las declaraciones que puedan estigmatizar y descalificar a periodistas, medios de comunicación y defensores de los derechos humanos.
Los calificativos y adjetivos de altas autoridades de Estado en Bolivia llegaron a tildar a algunos medios de comunicación de “opositores” y “mentirosos”. En las últimas horas, el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, acusó a cuatro medios de comunicación (ANF, Erbol, Página Siete y El Deber) y algunos periodistas (Andrés Gómez, Amalia Pando, Raúl Peñaranda y Carlos Valverde) de ser un “cártel de la mentira”.
Lo repitió una y otra vez durante las casi cuatro horas de su intervención en la Asamblea Legislativa Plurinacional, el primer Órgano del Estado, donde asistió para responder a una interpelación sobre el caso de Gabriela Zapata, el presidente Evo Morales y la empresa china CAMC. Valverde denunció en febrero un supuesto caso de tráfico de influencias.