El embajador de la República del Paraguay, Julio César Vera Cáceres, y su esposa, Lidia Elizabeth Viveros Sarubbi, recibieron a decenas de personalidades de diversas esferas de la sociedad paceña en su residencia de Calacoto, para celebrar los doscientos cinco años de la Independencia del Paraguay.
Como suele ocurrir en las celebraciones patrias, inicialmente se escucharon los himnos de Bolivia y Paraguay, para luego dar paso al discurso del Embajador, quien hizo una remembranza de la historia del Paraguay, cuya independencia se gestó entre el 14 y la madrugada del 15 de mayo de 1811.
"Mientras no exista clases desporotegidas, mientras no exista justicia, equidad y libertad, es una utopía la libertad. En ese contexto nuestros pueblos, y sus gobiernos tienen el compromiso de erradicar a las clases más desprotegidas, para dar satisfacción a sus anhelos", dijo el diplomático entre otros apuntes, a tiempo de destacar las óptimas relaciones entre Paraguay y Bolivia, reflejadas a través de la ejecución de programas de intercambio bilateral, como la integración carretera de la ruta del Chaco, la hidrovía, la venta del gas al Paraguay, entre otros.
Durante la celebración, destacaron los detalles de la decoración de la residencia, como también la vistosa mesa de buffet de quesos y otra de postres, con el toque de distinción que le puso la esposa del Embajador.