Alejo Veliz Lazo
El pueblo boliviano no quiso ir al referéndum porque la figura constitucional (Art. 168) estaba muy clara, pero también era una pérdida de tiempo y un gasto insulso para el Estado.
No obstante, contra la tormenta y marea se lanzó un referéndum contra la voluntad del soberano con una serie de argumentos inconsistentes, insostenibles, inventados y hasta falaces, con el objetivo de satisfacer los caprichos de los jerarcas gubernamentales que están agazapados en el Órgano Ejecutivo y tras el mismo.
Decían que no había otro líder que reemplace a Evo Morales Aima; ese camino fue justamente tallado en esa dimensión por esa rosca gubernamental, que nadie haga sombra al presidente, y, si era preciso, para que se cumpla esa regla había que sepultar políticamente en el nido mismo del MAS, como sucedió con Santos Ramírez (no estoy justificando su corrupción) y Félix Patzi por citar entre otros.
Es que la lógica política del Movimiento Al Socialismo no está centrada en la construcción de un partido con líderes, ni un país sólido, sino en agarrarse de la leva de un solo caudillo pase lo que pase, mientras permita el disfrute del poder por el poder, aunque con graves corrupciones y sin dar soluciones reales a las necesidades elementales del pueblo.
Sostenían que solo era posible con Evo Morales recuperar el Litoral perdido, o una salida soberana al océano Pacífico, como si algunos hombres fueran insustituibles; nada más falso del mundo, porque si así fuera tendríamos que encontrar la fórmula de oponernos a la muerte o levantar los cadáveres del cementerio y hacerles hablar.
Manifestaban que no había problema de gastar 150 millones de bolivianos (como en las pasadas subnacionales) en el referéndum porque estuvimos forrados de plata como nunca en la historia, que alcanzaba para todo, nunca nos tocaría la crisis económica porque además estábamos blindados de todo mal; pero a la hora de la verdad no hemos construido un solo hospital de tercer nivel en ninguna provincia (segunda sección) del país en una década de gestión gubernamental y tampoco queremos dar los miserables Bs. 500.- a los discapacitados que ya por más de 60 días están luchando por su sobrevivencia; nadie del gobierno escucha.
El pueblo, confundido con todos los argumentos señalados y otros, fue obligado a ir al referéndum, en una situación de completa desigualdad; se dio orden para que todos los ministros y viceministros del Órgano Ejecutivo salgan de sus oficinas a hacer campaña; los medios de comunicación televisivos, especialmente (canal 7, ATB, PAT, canal 18), las 24 horas con un promedio de cada 15minutos hasta 2 minutos de duración pasaban la campaña por el sí.
Además, gran parte de las radios a la a la cabeza de “Patria Nueva”, y las más de 60 radios comunitarias instaladas en territorios rurales, sobre todo en zonas masistas, cada 10, 15 minutos, día tras día durante todo el periodo electoral, con todos los argumentos señalados más arriba, y otras más agresivas, obligando que se alineen a la posición del sí de la reelección a lo largo y ancho del país.
Como yapa, el periódico “Cambio” no sólo con publicidad, sino con todas las noticias enmarcadas, dirigidas a mostrar las “grandes obras de Evo”, como el teleférico, los caminos; a esto colado como llavero el semanario La Época del ex ministro de gobierno Hugo Moldiz Mercado (probablemente otros más en el resto del país), haciendo comparaciones a Evo con Gandhi, Mandela, Mujica; cuando en realidad no es ni sombra de esos personajes.
Hay que añadir la eterna campaña electoral de Evo Morales, los 10 años de gestión alentando con discursos de su permanencia para siempre, es decir hasta la muerte, en las organizaciones denominadas sociales, entregando canchas sintéticas, sedes sindicales, pero nunca un hospital, una clínica de tercer nivel o una represa de agua, que es lo que más necesita la gente.
Todos los bolivianos recordamos cómo Álvaro García Linera se atrevió a decir cosas tontas, absurdas y ridículas llevadas por su angurria de poder, como… “si el Evo pierde el referéndum el sol se va a oscurecer y la luna ya no saldrá como siempre…”.
En el fondo, nos estaba diciendo a los bolivianos que el soberano es un cuadrúpedo, que actúa sólo por instinto; que el pueblo es idiota, que podemos creer cualquier cosa que digan Linera o Evo; a dónde ha llegado la degradación humana.
Como corolario de lo mencionado, Evo Morales dijo “quiero saber si el pueblo, el soberano me quiere, para eso es el referéndum…”; los aproximadamente 10 millones de bolivianos sabemos y somos testigos de la respuesta contundente que dijo: ¡No a la reeleccion!; esto hay que hacer respetar a cualquier precio, lo otro significaría que ya no estamos viviendo en democracia.
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