El fulgor de las aves estimula la vida humana

Es posible sostener que no haya ser humano que sea indiferente y más todavía a sentir el encanto del vuelo de los pájaros. Sin su presencia, la existencia terrenal sería mucho más prosaica de lo que podemos imaginar.

Estos seres alados son los que complementan y embellecen la razón de existir, no solo de los seres humanos, sino inclusive de las distintas especies animales. Tal vez, los únicos que no sientan el valor de su existencia son los peces, porque están inmersos en otro ámbito, el de las aguas, que nos les permite apreciar, menos deleitarse con la vista de los pájaros.

Es imposible imaginar un mundo terrenal, como el que tenemos, sin aves. Unas veces, porque son como una especie de regalo de los dioses, por solo verlos suspenderse en el aire con sus propios medios, con sus alas.

Seguramente, ha sido el vuelo de las aves el que indujo a los seres humanos a crear los aviones, en franca imitación con la aptitud de las aves de desplazarse por el espacio con solo batir sus alas.

Pero, no es solo la capacidad que tienen de volar lo que subyuga a la visión e incluso al sentimiento humano, sino por la diversidad que nos deparan como especie o fauna. Es tanta y en todos los casos subyugantes los tamaños que tienen sus plumajes y el colorido de estos que, decididamente, resultan ser toda una alegoría para las percepciones de la visión humana.

Bolivia tiene más de dos mil variedades de pájaros y con ello puede sentirse más que privilegiada, sino como un escenario maravilloso de seres alados. Sin embargo, como quiera que las aves no tienen dueños específicos, en lo terrenal, entonces, las aves que embellecen los cielos terrenales son de todos o, por lo menos, tienen la posibilidad de apreciarlos como suyos a todas aquellas que están fuera de sus fronteras, algo así como si fueran parte indisoluble y fulgurante de la especie humana.

En esta página, deseamos recrear la vista de nuestros lectores mostrándoles los encantos que poseen, donde sea que tengan su hábitat, pues son de todos y de nadie en particular. Y lo entrañables es que en lo sentimental se asemejan a los seres humanos por el cuidado y el amor que rodean a sus criaturas.