El “metal del diablo” amenaza a Huanuni

El yacimiento minero de Huanuni constituyó en todos los tiempos una gran esperanza para la economía del país, una especie de tabla de salvación por la empresa estatal Comibol y un proyecto que ofrecía grandes ingresos para la economía nacional. Sin embargo, esa ilusión se fue desvaneciendo hasta que, al presente, está al borde de sufrir un colapso.

Huanuni registra una serie de problemas debido a factores económicos, administrativos y técnicos. Enfrenta la caída del precio internacional del estaño, baja ley de cabeza del “metal del diablo” y pérdidas considerables que el año pasado pasaron de los 17 millones de dólares. No solo eso, la fundición Vinto le adeuda alrededor de 9 millones de dólares, y un ingenio recién instalado que no funciona.

Para rehabilitar la mina Huanuni se hizo notables esfuerzos, entre otros los siguientes: en 2011 la empresa construyó con una empresa china un ingenio con 50 millones de dólares, a los que hubo que sumar otros gastos como la construcción de un dique y compras de maquinaria por otros 10 millones de dólares. Enseguida se compró una perforadora de otros 10 millones de dólares, todo lo cual totaliza 70 millones de dólares.

Pero esos notables sacrificios no dieron resultado. Cuando el ingenio fue inaugurado con presencia del presidente Evo Morales, se constató que no podía funcionar por carecer de un dique de colas, no tenía agua y la mina no estaba preparada para garantizar la carga del ingenio, problemas que se trató de rectificar con un “plan estratégico” por el cual se acudió al Gobierno para que le provea de un crédito de 50 millones de dólares más. Sin embargo, el nuevo apoyo económico ha resultado nulo hasta el momento.

Huanuni obtuvo el año 2011 una ganancia de más de 30 millones de dólares, pero el año pasado registró una pérdida mayor a 17 millones de dólares, debido a factores como la caída del precio del estaño, baja de producción, caída de los ingresos netos y otros. Esa pérdida se produjo pese a que Huanuni dejó de pagar impuestos, debiendo recordarse que el año 2011 pagó impuestos en equivalente a 18 millones de dólares.

En esa forma, encontramos que, pese a que el Gobierno invirtió en esta mina más de 120 millones de dólares, ésta no tiene esperanza de rehabilitarse. En particular, se halla el caso del ingenio que ni siquiera ha podido efectuar una prueba de funcionamiento, debido a que no se tomó las previsiones del caso y una serie de consideraciones técnicas y sociales.

El balance de las actuales actividades de la mina Huanuni de propiedad y administración del Estado es en general muy poco optimista, en especial por el fracaso de las millonarias inversiones, fracaso atribuible a la mala administración antes que a la inviabilidad del proyecto; aspectos que permiten pronosticar un colapso de proporciones más a corto que a largo plazo.