Plan de Manejo busca optimizar trabajo en Zoológico de Mallasa

La administradora del Zoológico Vesty Pacos, Andrea Morales, anunció que existe, en aplicación, un Plan de Manejo debidamente estudiado por las autoridades nacionales, departamentales y del Comité Científico. Este método controla los procedimientos de trabajo, en este recinto de acogida y hábitat animal.

En una noticia publicada el miércoles 25, este medio de comunicación, denunció el mal estado de la laguna del Zoológico, en base a una visita. Luego, a solicitud de la Administradora, EL DIARIO reiteró la visita constatando que el estado de la laguna no es bueno, pero que existen medidas para subsanar el problema y que el manejo de los animales es esforzado y responsable.

CUATRO ÁREAS

Según la autoridad, existen cuatro áreas de trabajo en el Zoológico: La de Conservación, que maneja la Fauna; Mantenimiento, que ve la Limpieza; Educación y Comunicación, atiende a los visitantes; y la de Finanzas.

Explicó que el color de la laguna se debe a que tiene mucha carga orgánica, por el tipo de fauna que la habita- peces carpa que también sirven de alimento para otros animales- y que se está tratando de purificar el agua con otras plantas, sobre la base de la tesis de un estudiante de Ingeniería Ambiental de la Universidad Católica Boliviana (UCB). Añadió que toda el agua desechada por que el zoológico se purifica para luego utilizarse en riego.

Asimismo, comentó que existen grupos de apoyo, como el de Petas Green, de la UCB; y Apclous Bolivia, con voluntarios del extranjero, que apoyan en temas de enriquecimiento y alimentación de la fauna y educación a los visitantes.

PRESENCIA DE BASURA

En cuanto a la basura, que a momentos los visitantes evidencian, sostuvo que los guarda faunas realizan la limpieza por las mañanas pero por la falta de educación de los visitantes y una mayor consideración al lugar en que se encuentran, es muy difícil realizar en la hora y media de visita, por lo que debe ser desarrollada de manera integral. Puntualizó también que si bien se tiene especial cuidado en las áreas destinadas a los animales, está labor se complica por la extensión que tiene el zoológico, que es de 22 hectáreas.

Los guarda faunas, 11 en total, son personal encargado de velar por alimentación de los animales, limpieza de su hábitat y control de su estado anímico y de salud, para reportarlo a los veterinarios y biólogos.

Francisco Quispe, uno de los guarda faunas más antiguos, explicó que la ambientación social de cada animal es gradual y complicada, porque debe ser bien recibido por sus compañeros y también porque al ser mayormente animales recuperados, les cuesta asumir su condición de animales dejando de lado su identificación con el hombre que los cuidó.

Lamentó también el que casi todos los animales de este centro animal son recibidos de rescatistas y que presentan fuertes signos de maltrato, por lo que se curación es complicada aunque generalmente da buenos frutos, tanto física como socialmente para su reinserción en los sitios que les corresponde en el zoológico.

CASO DEL FLAMENCO

El veterinario Rolando Limachi afirmó que en el caso del flamenco, basándose en pruebas de laboratorio del agua de la laguna, el nutricionista logró elaborar una dieta adecuada para el animal ,que actualmente se alimenta de esa agua y que está en “cuarentena”, con el fin de ser aceptado por el resto de los animales de la laguna.

También, explicó que el principal problema del zoológico es la sobrepoblación, pero a pesar de ello se están habilitando ambientes más grandes, con madrigueras u otros lugares para la privacidad de los animales, con el fin de evitar su estrés o psicosis ante la presencia de visitantes, aunque esto, en ocasiones, disgusta a éstos, porque no los ven tan cerca como quisieran.

ENTRETENIMIENTO

La Administradora señaló, además, que existe un guarda fauna que junto a la bióloga se ocupa exclusivamente de proporcionar entretenimiento a los animales, ya sea con distracciones o comida.

De su parte, la educadora Alison Morales, de profesión ingeniera ambiental, explicó que gran parte de los visitantes no están tan interesados en ver a los animales, como en descansar con su familia para compartir alimentos, lo que ocasiona que voten comida a los animales, la que, a veces, les hace daño, aparte de que ensucia sus ambientes.

Afirmó, además, que debido a sus múltiples ocupaciones no les es posible conformar grupos de visitantes, labor que es desarrollada por los voluntarios, que afortunadamente son muchos y colaboran casi todo el año.