Gran Poder pierde su esencia

El exintegrante del conjunto Los Jairas, el artesano, mascarero y bordador Tomás Condori, que viajó a Europa a partir de 1969, señaló que la Festividad del Gran Poder, con los años ha perdido su esencia y que actualmente tiene fines comerciales, que alimentan intereses empresariales.

Ejemplificó el uso de las polleras de las bailarinas, que son elaboradas con telas importadas de países asiáticos y la participación de empresas productoras de bebidas alcohólicas, que según su criterio “desvirtuaron la celebración”.

Condori recuerda que en 1965, aún se realizaba la fiesta dedicada a la Santísima Trinidad –ahora Festividad del Señor Jesús del Gran Poder–, una tradición que se desarrollaba, principalmente, en los tambos de frutas de la ciudad de La Paz, donde se reunían pobladores de áreas rurales con expresiones folklóricas.

La festividad que según datos históricos tiene su origen en 1663 con una imagen religiosa, reunió la pasada semana a 67 fraternidades con más de 40 mil danzantes y músicos que bailaron por fe en una expresión calificada como folklórica-devocional.

En esa oportunidad, el ministro de Culturas, Marko Machicao reconoció que el Comité Impulsor tiene el trabajo de identificar –en tres o cuatro meses– el factor de posicionamiento entre la fiesta, los pasantes o el origen de la fe, para la postulación de la celebración como Patrimonio Cultural e Intangible de la Humanidad ante la Unesco.

Condori que también es miembro permanente del Consejo Indio de Sud América (CISA) en Ginebra por más de 20 años, instancia reconocida por las Naciones Unidas, cuestiona ”sobre cuál es el verdadero valor humano que debe ser protegido en la celebración del Gran Poder”.

Según el CISA el folklore es una creación originaria de un grupo y fundada en la tradición, expresada por grupos o individuos reconocidos como respondiendo a las aspiraciones en la comunidad en cuanto éstas constituyen una manifestación de su identidad cultural y social.