Solo la educación y el hogar darán el adiós a las drogas

El jurista, profesor e intelectual Raúl Pino-Ichazo Terrazas puso en circulación la segunda edición de su libro Adiós a las drogas y a la drogadicción, donde considera el valor de orientación y el carácter didáctico que posee.

Al explicar el contenido del libro, Pino-Ichazo, distinguido articulista de EL DIARIO, expone: “Esta obra no aborda fórmulas de raigambre legal o político, sino exalta el valor de la educación como tal, de los hijos, la autoeducación de los padres y la creación de una conciencia colectiva, como los efectos más efectivos para disminuir radicalmente el número de adictos y consumidores y destronar la importancia económica que caracteriza al tráfico de drogas”.

Al formular que tales pueden ser las vías más positivas para acabar con ambos males, sostiene: “No hay fuerza más contundente que la educación, más efectiva que la ley o la acción política, porque reside en la fortaleza espiritual del ser humano, de cuyos alcances y capacidad ningún habitante del mundo puede dar aproximación cierta”.

Con el propósito de ofrecer una idea más ilustrativa del contenido del libro, resulta conveniente citar algunos de sus capítulos. Entre ellos, el segundo se refiere a “la drogadicción, los vicios y dependencias que caracterizan a nuestra actual sociedad”, el tercera a “la educación de los padres, el relacionamiento con los hijos, la incidencia de la droga y la fidelidad conyugal” y el quinta alude “a la comunicación y diálogo con los hijos”.

El prólogo de esta segunda edición está escrito por Ernesto Kahan, quien sería el “receptor de Premio Nobel de la Paz”, profesor emérito de la Facultad de Medicina de Tel Aviv, Israel, vicepresidente 1º y Secretario General de la Academia Mundial de Arte y Cultura, aparte de tener una proficua actividad intelectual.

Al referirse a la obra, expone: “El profesor Raúl Pino-Ichazo Terrazas es un escritor pulcro, cuidadoso del lenguaje y profundamente analítico. Este libro Adiós a las Drogas que ya fue registrado y recomendado por el Ministerio de Educación de Bolivia como libro de texto en escuelas y colegios, es una obra importante y fundamental para entender la compleja problemática de la drogadicción que tan gravemente afecta al mundo moderno”.

Añade: “Este libro nos introduce en un mundo impresionante y dramático no necesariamente conocido y evaluado como se debiera en toda su dimensión”.

Más adelante indica: “Con enorme preocupación el autor filosofa diciendo que es el propio hombre el que con esta ‘enfermedad’ genera el arma para producir el exterminio de sus propios congéneres. No ha habido dice –en la historia de la humanidad antecedente– más difundido que el flagelo de la drogadicción que involucra al mundo en su totalidad. No las pestes, enfermedades virales e incluso no la consecuencia del descubrimiento de la reacción atómica transformada en bomba”.

En el epílogo de su obra, Pino-Ichazo remarca lo siguiente: “La respuesta de la humanidad ante el avasallamiento de las drogas, que ahogan y aturden las fortalezas espirituales, debe ser la actitud de rechazo y apronte ante su penetración inmisericorde y devastadora, trasuntada en el uso y adicción, por los niños y jóvenes del mundo”.