El suizo Stan Wawrinka no logró ayer espantar las dudas que pesan sobre su juego en la búsqueda por renovar tu título de Roland Garros, mientras que el británico Andy Murray parece haber encontrado su instinto. Wawrinka se dejó otro set contra el serbio Viktor Troicki, 7-6(5), 6-7(7), 6-3, 6-2, pero aclaró que su objetivo no es buscar la plasticidad de los golpes, sino ganar los partidos. Quien sí parece haberse reencontrado con su mejor versión es un Murray que sumó frente al estadounidense John Isner su segundo triunfo consecutivo en tres mangas, 7-6(9), 6-4 y 6-3, para disputar sus sextos cuartos de final en París.