Según el concepto de la Real Academia, la ociosidad se refiere a personas que se encuentran en situación o estado de quien está ocioso o desocupado, siendo también sus sinónimos; inactivo, desocupado, parado, vago, holgazán, perezoso, indolente, haragán, vagabundo, indiferente, dejado, descuidado, todos estos términos determinan el grado de inactividad de estas personas, cuyo fin, no es de los mejores.
Hay un proverbio que dice; “el perezoso tiene flojera de llevar la cuchara a su boca”. La abundancia de la ociosidad trajo la destrucción a muchos países. La ociosidad debilita la mente, degrada el alma, pervierte el entendimiento, de pronto se convierte en hábito de inutilidad y vivir de los demás. Del ocio nace la ambición de obtener dinero sin hacer ningún esfuerzo. En la ociosidad se comete la mayoría de los crímenes. Padres y madres de familia, maestras y maestros, a nuestros niños y niñas, enseñémosles a hacer tareas benéficas de limpieza, orden o cualquier trabajo que los man- tenga la mente despierta y llenos de actividad física. Desde pequeñitos incentivar el hábito de cooperar en los pequeños deberes del hogar, aunque lo hagan mal, ya irán aprendiendo poco a poco. Benjamín Franklin, el gran estadista dijo: “la ociosidad camina con tanta lentitud, que los demás vicios la alcanzan”. Es común que cuando la madre pregunta: ¿Hijo ya hiciste la tarea que le encargué? No mamá, ahorita, responde el niño.
En un charco de agua estancada se desarrolla el dengue, así, se corrompe el cuerpo cuando está estancada. La pregunta que sur-ge: ¿Por qué mi hijo no me obedece?. Se debe responder con las siguientes interrogantes: ¿He creado hábitos de trabajo en mis hijos? ¿Despiertan temprano?. “Una vida ociosa es una muerte anticipada”, dijo un famoso dramaturgo alemán. Otra autora dijo: “Mente desocupada, taller del diablo”. La ociosidad conduce a la práctica de hábitos corrompidos; ¿A qué hora se levantan? ¿Van a estudiar? Y no estudian. Existen los videos juegos, el televisor, el Internet, los celulares, las redes sociales, fotos calientes, pornografía, imágenes de contenido sexual. Depravados, degenerados, por su o-ciosidad, vía Facebook, insinúan a niñas y señoritas que ni siquiera las conocen, recla-mando una prueba de amor, o estos desal-mados piden sus fotografías en ropas íntimas o sin ropa. Al acceder estas niñas incautas e inocentes, son chantajeadas, con amenazas de publicar las fotografías.
Si enseñamos a nuestros niños a ser labo-riosos, muy pronto se verán los resultados.
La ociosidad conduce a cometer toda suerte de pecados y delitos reñidos con la ley y la mo-ral de las buenas costumbres. La ociosidad está ingresando a muchos hogares, porque nuestros hijos e hijas, ya no le dedican su tiem-po a las buenas lecturas o al trabajo laborioso.
Maestras y maestros, deben vigilar con discreción las actitudes de sus estudiantes, incrementar las tareas conforme al desarrollo o capacidad mental. Como padres y madres deben premiar los buenos actos de los hijos e hijas, reprochar también las malas acciones, y no descuidar el afecto, demostrándoles con palabras de aliento el inmenso aprecio que se siente por ellos.
Lic. Samuel Mamani Maquera
DOCENTE ESFMTHEA
Portada de HOY |
1 Dólar: | 6.96 Bs. |
1 Euro: | 7.64 Bs. |
1 UFV: | 2.12508 Bs. |
Impunidad |