Continuando con la revisión de la disponibilidad de agua dulce en nuestro territorio, en este artículo veremos la disponibilidad de la misma en la cuenca altiplánica o endorreica. El sudoeste del país es la región más seca con menos de 100 mm de lluvia al año (mm/año). El altiplano boliviano es seco con una precipitación entre 100 y 350 mm/año (Urquidi).
El altiplano tiene cinco subcuencas: Titicaca, Desaguadero, Poopó, Coipasa, Uyuni que constituyen el 13,8% del total de superficie de las cuencas hidrográficas del país (Montes de Oca). Es una cuenca cerrada porque sus aguas se insumen en el altiplano y no drenan fuera de él.
Los mayores asentamientos humanos y sus actividades productivas están concentrados en las regiones de menor precipitación pluvial del país, lo que, paradójicamente, genera escasez crónica de agua en varias áreas, problema que es agravado por la falta de obras de regulación plurianual. La cabecera de las cuatro macrocuencas del país está en la región occidental o andina (38% del territorio nacional), donde llueve menos y donde vive alrededor de 70% de la población nacional.
Debido a este contraste entre menores precipitaciones en la parte altiplánica y siendo la zona con mayor densidad poblacional, se constituye en una región que requiere la mayor atención posible en la política nacional. A lo anterior hay que añadir los problemas por el uso de aguas con nuestros vecinos, ya que desde hace algunos años se viene confrontando incidentes internacionales.
El caso más notorio en este momento es el anuncio de Chile de que presentará una demanda ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, por el uso de las aguas del Silala, ya que considera que tiene derechos adquiridos, mientras que nuestro país alega que se trata de aguas que, por ser manantiales nacidos en nuestro territorio, son aguas que le pertenecen enteramente a nuestro país. La mesa está servida para un incidente que puede tener connotaciones imprevisibles (ver EL DIARIO, junio 7/016).
Conviene recordar que Bolivia se ubica en las partes altas o cabeceras de las macrocuencas y los países vecinos en las partes medias y bajas. En ese marco, se ha avanzado en procesos de gestión compartida de los recursos hídricos, y el ejemplo más relevante es la cuenca transfronteriza binacional del lago Titicaca, donde se ha avanzado más “jurídicamente” en este concepto. Las aguas de la cuenca del lago Titicaca están bajo el régimen de condominio, es decir que cualquier acción en la cuenca por parte de Bolivia o del Perú debe ser consultada y acordada entre ambos países.
Otro caso en esta cuenca es la problemática del río Mauri (Maure). Se conformó entre Bolivia y Perú la Comisión Binacional del río Mauri con bases operativas en La Paz y Tacna. Se considera a la Comisión como parte del Acuerdo del Lago Titicaca (ALT).
Otro problema es el de las aguas del Lauca, río binacional que se origina en el altiplano andino chileno de la Región de Arica y Parinacota y, luego de cruzar la cordillera de los Andes, desemboca en el lago Coipasa, en Bolivia.
En esta cuenca también debe tenerse muy en cuenta al lago Poopó, que tal como se ha difundido ampliamente el 2016, virtualmente se ha desecado, lo cual implica graves problemas ambientales y económicos para el altiplano central. Este caso merece la mayor atención posible, ya que debe tenerse presente que en el pasado, tal como relata Montes de Oca, existieron lagos mucho más grandes que los actuales, conocidos con los nombres de Mataro, Cabana, Ballivián, Minchin y Tauca. El lago Ballivián habría sido el predecesor del lago Titicaca y ocupaba por lo menos unos 15.000 Km2.
En el próximo artículo intentaré un resumen de líneas de política que debería encararse con suma urgencia, recordando el principio de que el agua es vida.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |