Zapata involucra a cuatro dirigentes de UN

La expareja del presidente Evo Morales, Gabriela Zapata, involucró a cuatro dirigentes de Unidad Nacional (UN) en el escándalo de la presentación de un menor como si este fuera hijo de Evo Morales.

En su extensa declaración del jueves pasado ante la Fiscalía, de tres horas y 40 minutos, Zapata dio detalles de la supuesta relación de dirigentes de ese partido, entre ellos el senador Arturo Murillo y el exdiputado Jaime Navarro, según una transcripción que obtuvo el periódico El Deber de Santa Cruz. No nombró a los otros dos dirigentes.

En la audiencia, Zapata involucró a cuatro dirigentes de Unidad Nacional y aseguró que Navarro pagó los honorarios de Eduardo León, su exabogado, y que hubo dos reuniones de su tía Pilar Guzmán con éste y Murillo en un edificio de la zona de San Jorge de La Paz.

La exnovia del mandatario agregó que quería revelar la verdad sobre su hijo fallecido, pero su “tía” Pilar Guzmán y el abogado León supuestamente le impidieron que lo hiciera. Explicó también que el hijo que tuvo con el presidente Morales murió en 2009 y que fue enterrado sin que se emitiera un certificado de nacimiento, debido a un acuerdo que ella hizo con el Jefe de Estado.

UNIDAD NACIONAL

Al respecto, Murillo y Navarro admitieron que se reunieron con Guzmán. Según Murillo, la primera vez participaron Guzmán, una de sus hijas, y Ximena Fortún, la dueña de la casa en la que vivió Zapata; en el segundo encuentro Guzmán estuvo con su hijo. En ambas reuniones estuvieron presentes tanto Murillo como Navarro, dijo.

Los dos dirigentes negaron que hubieran hecho algo ilegal al mantener esas reuniones, ya que siempre pidieron que se revelara la verdad. Navarro negó que haya pagado los honorarios de León y dijo que mantiene con él una relación pública puesto que el abogado se encargó de las investigaciones del caso Fondo Indígena, que UN impulsó a través del diputado de ese partido, Rafael Quispe.

A la consulta de los fiscales sobre cuántos hijos tiene Zapata, esta expresó que son dos: una menor de seis años que vive con una persona que ella llama “tía Carmen” y que tiene su custodia; y un hijo menor de dos años que no vive en Bolivia, de padre extranjero.