García contra oposición, medios de comunicación y abogados

El vicepresidente Álvaro García, en discurso ante las seis federaciones del trópico de Cochabamba, aseguró que en el país se produce una “conspiración política y mediática” en contra del presidente Evo Morales, con la participación también de abogados. Negó el presunto tráfico de influencias en el caso de Gabriela Zapata y aseguró que no existe persecución política.

Desde su óptica, participarían en ella los opositores, medios de comunicación y abogados, “atacando al presidente Morales, calificándolo de mal padre, mentiroso, responsable por el tráfico de influencias”.

Sobre el “tráfico de influencias”, García aseguró que no se demostró nada que relacione a Morales con este hecho y que, por lo tanto, no existe y que todo fue fraguado por la oposición, medios y abogados. Empero, no explicó cómo así se firmó nada menos que seis contratos con la empresa china CAMC, por un total de 560 millones de dólares, ni cómo así la expareja del Presidente fue designada Gerente Comercial de esta empresa, sin que sea de esa nacionalidad y sin títulos profesionales.

OPOSICIÓN

Al respecto, el líder de Unidad Nacional (UN), Samuel Doria Medina, manifestó en su cuenta de Twitter @SDoriaMedina e indica: “El Vicepresidente anuncia sañuda persecución política. No nos asusta. El país espera que ellos expliquen el tráfico de influencias”.

“Una vez más, el vicemiente quiere que los opositores carguen la culpa del tráfico de influencias y corrupción del gobierno”, escribió sobre la postura del Vicepresidente.

ANÁLISIS

De acuerdo con el análisis político de Carlos Cordero, el Gobierno es el que pone el tema de la vida privada del presidente Morales en agenda de los medios de comunicación, porque el Primer Mandatario lo reconoció en conferencia de prensa.

“Los ministros también salieron a la palestra, hablando sobre el hijo de la pareja y la relación del presidente con Zapata, casos en que los medios de comunicación se limitan a reflejar la noticia, aspecto que es su trabajo”, aseguró.

Para Cordero, la postura de la oposición, que indica que el Gobierno quiere encubrir el presunto tráfico de influencias, es cierta.

En anteriores oportunidades, representantes de medios de comunicación a nivel nacional expresaron su rechazo a las acusaciones del gobierno de Morales y exigieron respeto a su trabajo y a la libertad de información. La postura de los trabajadores de la prensa se mantiene en alerta.