Estar en una relación de pareja significa, en muchas ocasiones, renunciar a tomar todas las decisiones personales y empezar a compartir con el otro todo.
Ya no será solo tu gusto el que se encargue de la decoración o del menú, habrá que compartir de forma ecléctica. Eso es perfecto y de lo que se trata el matrimonio o la pareja consolidada, pero hay ciertas cosas en las que no puedes claudicar. Ciertos detalles que no puedes permitir que se alteren o que se pasen por alto o, peor aún, que se destierren de quién eres.