El ministro de Turismo de Brasil, Henrique Eduardo Alves, dimitió ayer de sus funciones, luego de las revelaciones que le atribuyen haberse beneficiado de los desvíos de dinero desde la estatal Petrobras.
De esta forma, se convierte en el tercer miembro del nuevo gabinete en abandonar el cargo en apenas 35 días.
El expresidente de la empresa petrolera Transpetro (subsidiaria de Petrobras), Sergio Machado, quien había aceptado colaborar con la justicia a cambio de reducir su pena, declaró el miércoles que Alves recibió 1,55 millones de reales (unos 445.000 dólares) en sobornos entre 2008 y 2014.