Los incidentes que protagonizó la hinchada croata con peleas y el lanzamiento de belgalas empañaron la brillante remontada de la República Checa que ayer logró un empate (2-2) de infarto ante Croacia que le mantiene con vida en Eurocopa. El gol en el tiempo de descuento de Necid otorgó el primer punto a la selección checa en el torneo e impidió que el combinado croata obtuviera la clasificación matemática por lo que probablemente se jugará su pase a octavos en la última jornada del grupo D ante España. Los checos arrancaron el partido con la intención de llevar la iniciativa. Un minuto después Ivan Perisic encaró a Sivok en el área y con un fuerte disparo cruzado abrió el marcador. Tras la reanudación los checos trataron de reaccionar. Brozovic interceptó un mal pase de Hubnik al borde del área checa y el centrocampista del Inter de Milán conectó con Rakitic al que dejó sólo ante Subasic. Los checos no tiraron la toalla y Skoda con un fantástico cabezazo en el final puso el 2-2.