Don Iván Muga tiene 57 años y es el único sustento de su familia desde que falleció su esposa en 2012. Pese a que los médicos no le dieron más esperanza de vida, él lucha por sus cuatro hijos y pide ayuda a los bolivianos para que pueda someterse a un nuevo diagnóstico médico pulmonar.
Hace 15 años, aproximadamente, sufrió un accidente en una provincia de la región de Los Yungas. Una mazamorra que cayó afectó a una de sus hijas, él corrió arriesgando su propia vida y en el intento de salvarla, un tronco grande golpeó fuertemente su espalda.
En ese entonces, él no sentía ningún cambio en su cuerpo, solamente el dolor de espalda que al parecer iba desapareciendo mientras pasaban las semanas, los meses y los años.
Después de 10 años, aproximadamente, mientras caminaba de manera repentina expulsó mucha sangre por su boca. Su esposa alarmada, junto a sus hijos, decidió llevarlo al médico, específicamente al Hospital del Tórax, donde el galeno que lo atendió afirmó que tiene problemas pulmonares, por lo cual urgía practicarle una cirugía de “fibra-broncoscopia”. El año 2012 fue sometido a terapia intensiva.
“Estuve en terapia intensiva dos meses y los médicos me dijeron que hay que hacer una operación de fibra-broncoscopia que tiene un costo de Bs 1.800 (…) me dijeron que no podían realizar allí los exámenes y debía ir a otro hospital (…) Después ya no pude ir porque no tenía el dinero suficiente para pagar los gastos”, relató a EL DIARIO.
Pasada unas semanas, la salud de don Iván Muga iba empeorando, fue entonces que los doctores no le dieron más esperanza de vida y fue dado de alta. “Le dijeron a mi esposa que mejor se despidan de mí, que solo tenía tres días y por lo tanto que me cuidaran. Le hicieron firmar incluso un documento (…) entonces me hice dar de alta, porque tampoco contaba con el dinero para pagar Bs 15 diarios por el internado”.
Pasaron más de tres días y Muga continuaba luchando por su vida, pero grande fue la sorpresa para su familia cuando en el mismo año (2012) su esposa fue quien emprendió primero el viaje al infinito debido a complicaciones en su salud. “Ella falleció”, afirmó.
Pese a aquel inmenso dolor por la pérdida irreparable de la madre, la familia supo salir adelante, no declinó.
Decidieron abrir una pequeña tienda en la ciudad de El Alto para obtener recursos y así tener sustento económico diario. Muga atiende ahí pero tiene dificultades cuando levanta accesorios pesados. “Cuando levanto cosas pesadas revienta la sangre y me sale por la boca”, dijo.
No se dieron por vencidos y fueron a visitar a otro centro de salud, esta vez en la ciudad de El Alto, allí el médico de igual forma le dijo a la hija que el padre no tiene cura.
“Pero, yo no quiero dejar solos a mis hijos. Tengo tres hijas y 1 varón, todos menores de edad (…). Los médicos le dijeron a mi hija de 16 años que ya no se iba a poder, porque mi enfermedad ya está avanzada”, detalló.
Es entonces que EL DIARIO, junto a la familia, apela a la solidaridad de las bolivianas y bolivianos para que juntos se pueda brindar un apoyo económico y dar referencias de galenos especialistas para atender la salud del señor Iván Muga, de ese modo darle una segunda oportunidad de vida porque se trata de un hombre que, pese a las adversidades de la vida, lucha por el bien de quienes lo rodean, por lo tanto es un ejemplo para muchas generaciones.
Muga vive en la zona San Felipe del Distrito 12 en la ciudad de El Alto, su número celular es el 75200141.
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