Fustiga decisiones personales en la elección del técnico de la Verde. Rafael Paz, titular de Guabirá, propugna la unidad.
Jaime Oña (foto), el candidato visible para optar la presidencia de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano, cuyo nombre emergió del Grupo 7, de inicio apuntó a la cesación del mandato de Marco Ortega; ayer dijo que los presidentes de clubes de la Liga como de las asociaciones deberían asumir mayor protagonismo en el quehacer del fútbol nacional.
“No puede ser que –por ejemplo- sea solamente el presidente que se encargue de designar al director técnico de la Selección, y las consecuencias ya las estamos palpando con una campaña lamentable en la Copa Centenario”, encuadró Oña. Por lo demás, el dirigente del club Universitario, dijo que se socializó con varios clubes el plan de trabajo que considera posible llevar adelante, si acaso resulta elegido en la reunión de Consejo Superior prevista para el martes venidero en Santa Cruz.
LA UNIDAD
El presidente del club Guabirá, Rafael Paz, declaró que en la presente coyuntura, el fútbol boliviano lo que necesita es la unidad, porque lo que se ha venido percibiendo es la división que nada bueno le hace al popular deporte.
El directivo dijo que no hay nada claro respecto a una posible salida en términos a la elección del comité ejecutivo liguero, y en este ámbito la institución que preside tiene claro “que todos deben jalar el carro para un mismo lado”. Para mayor abundamiento, el titular del club ‘azucarero’ es de la idea que los cuatro clubes cruceños –al menos- deberían tener un accionar conjunto, propuesta que lo planteará en su momento.
Por lo demás, dijo que espera que en los días que separan a la reunión de Consejo Superior anunciada para el martes 28, se puedan establecer los contactos que conduzcan a salir del desencuentro que parece ser la dominante.
Genaro Orellana
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