Trabajo informal tiende a institucionalizarse

Pese al optimismo mostrado por las autoridades, vivimos una crisis económica muy grave, que podría alcanzar contornos alarmantes en los próximos meses. Evidentemente, nadie niega el auge financiero vivido desde el año 2006 debido a la elevación de precios del gas que exportamos al Brasil y la Argentina, de minerales y algunas materias primas y en cuya producción no intervino para nada el gobierno, sino que todo fue consecuencia de lo que se hizo en el pasado. En otras palabras, es el pasado, especialmente en años 1990 a 2005, el que ha determinado la existencia de dinero que ha permitido altos índice de reservas, al margen de gastos dispendiosos que se ha hecho debido al exceso de dinero; pero…

Nadie previó que se reduzcan los precios internacionales, especialmente de los hidrocarburos, bajen nuestras exportaciones y consecuentes ingresos, se cierren muchas empresas, no haya nuevas inversiones y se tenga que sufrir desempleo en todas las actividades productivas del país. El desempleo ha ocasionado que todas las personas desplazadas de su trabajo -algunas con promesas de relocalización que nunca se produjo- al no encontrar nuevas colocaciones para ganar un sueldo o salario, han dedicado parte de sus ahorros y todo su tiempo a encontrar un medio para “ganarse la vida”: el trabajo informal o sea el que se nutre del contrabando; muchos han conseguido adaptarse a ser choferes del servicio público, del transporte pesado, dedicarse a las labores de compra y venta de inmuebles; varios han trasladado a sus familiares de una ciudad a otra con la esperanza de poder encontrar trabajo.

En muchos casos, el éxodo ha sido solución y así países vecinos especialmente, se han beneficiado con personal capacitado, experimentado y competente, pero pagándoles poco por sus servicios, al extremo de contar con un salario o sueldo inferior al mínimo nacional vigente en esos países; todo esto, lógicamente, conllevó muchos problemas a quienes emigraron al exterior hasta el extremo de contraer deudas que deben pagar conforme sus posibilidades les permitan.

El sector informal se ha visto fortalecido por algo que es muy grave: porque parte de ese “trabajo informal” está en el cultivo de coca y en muchos casos, la fabricación, traslado y comercialización de drogas. Con todo esto el gran beneficiado ha sido el narcotráfico que encontró mano de obra barata y segura. Muchas de esas personas no han encontrado otro recurso que dedicar su tiempo a lo que jamás querrían hacerlo; pero como la “necesidad tiene cara de hereje”, no tuvieron otro recurso que cooperar involuntariamente con quienes hacen tanto daño a la humanidad.

El caso es grave y mientras no se solucionen los problemas que impiden nuevas inversiones, mayor producción y garantías al capital, no serán posibles soluciones en lo inmediato y es el gobierno el que debería encontrar remedios para una situación que es álgida y, conforme vayan cerrándose empresas, como ya ocurrió desde hace años, el problema tenderá siempre a agudizarse.