ESPECIALES
• La realidad política, económica y social pone en evidencia los desequilibrios y rezagos que amenazan el clima de libertades, convivencia, equidad y desarrollo en Latinoamérica
“El gran desafío para México es reconstruir la democracia con responsabilidad, con políticos que realmente dirijan y ciudadanos que controlen”, afirma el politólogo argentino Jorge Arias, director de Polilat.
La consultora argentina Polilat, la fundación alemana Konrad Adenauer (KAS) y la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), presentaron hace unos días el Índice de Desarrollo Democrático de México (IDD_MEX 2015). “Un proyecto único en el mundo, porque mide el desarrollo democrático a nivel nacional, a través de cada una de las 32 entidades del país”, según el representante de las KAS en México, el politólogo alemán Stefan Jost.
El estudio independiente que es presentado desde 2010 advierte que se observa un retroceso en la “dimensión social” por segundo año consecutivo, con un incremento en la desigualdad, la exclusión y la pobreza en todo el país. El índice mide cuatro dimensiones, además de la “social”: la “económica”, la “democracia de los ciudadanos” y la “democracia de las instituciones”.
EVALUACIÓN
Las 32 entidades fueron evaluadas según 40 indicadores. “Yucatán (al sur del país) encabeza el índice por ser el estado que registra el mejor resultado”, afirma por su parte el politólogo argentino Jorge Arias, director de Polilat. Según la metodología empleada en la evaluación, la entidad con el mejor puntaje es asignada con 10, mientras que la peor recibe cero, posición que ocupa el estado de Guerrero, conocido por ser de los más pobres y violentos del país. El resto de las entidades se ponderan entre ese máximo y mínimo.
La Ciudad de México (D.F.), capital y sede del Ejecutivo federal “aparece en cuarto lugar en ‘democracia de los ciudadanos’, en donde se evalúan los derechos políticos y las libertades civiles, la discriminación por género y el clima de violencia”, afirma Arias.
El politólogo explica que en cuanto a ‘democracia de las instituciones’ la capital mexicana ocupa el décimo puesto. Una mala calificación en cuanto a la transparencia institucional, la libertad de prensa, la violencia contra periodistas y contra organizaciones sociales. Pero en donde obtuvo el peor puntaje fue en la ‘democracia social’, que evaluó la calidad de la educación y de la salud, entre otros rubros. “La capital mexicana obtuvo su peor resultado, ocupa el lugar 16”, explicó el director de Polilat.
Sólo en ‘desarrollo económico’ el D.F. destaca “punteando lejos, seguido por Campeche y el resto de los estados bastante lejos. Mientras que en ‘desarrollo democrático’, que involucra valores como libertades y de derechos, transparencia institucional, desarrollo humano y económico, la capital mexicana aparece en tercer lugar, detrás de Yucatán e Hidalgo”.
El grupo independiente de la OEA (GIEI) se fue del país sin haber podido aclarar un caso que conmovió a la opinión pública internacional y provocó críticas al presidente Enrique Peña Nieto. “Las autoridades obstruyeron las investigaciones”, dijeron los especialistas.
MALES QUE AQUEJAN
La desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Rural de Ayotzinapa es un hecho emblemático que refleja los males de la democracia mexicana. “Hay una fuerte sospecha de que lejos de buscar la verdad, al menos la acción inicial de algunos organismos del Estado es tratar de ocultarla. Esto pone en manifiesto el clima de violencia, de corrupción, la poca transparencia, la connivencia entre las fuerzas de seguridad y los dirigentes políticos con las mafias del narcotráfico, que la vida no vale nada, etcétera”, advierte Arias.
El politólogo señala que así como la locomotora económica europea, que es Alemania, es también un motor de la democracia en Europa, se esperaría que las dos potencias regionales, como son México y Brasil, lo fueran en Latinoamérica. “Esto está lejos de suceder. Por cuatro factores: pobreza, desigualdad, violencia y connivencia con el narcotráfico y falta de transparencia. Un problema estructural en estos dos grandes países”.
El experto concluye señalando que el diseño de buenas instituciones es necesario pero no suficiente. La política ha perdido prestigio, y los ciudadanos se acercan a ella sólo cuando hay elecciones. “La política y la democracia se han convertido en un espectáculo. El gran desafío para México es reconstruir la democracia con responsabilidad. Con políticos que verdaderamente dirijan y con ciudadanos que participen y que controlen”.
EN LA REGIÓN
En esa línea el informe del KAS, también señala que la evolución del Desarrollo Democrático en Latino América a efectos del análisis de la evolución histórica, agrupa los países en cuatro regiones, de acuerdo con criterios de cercanía, características históricas, económicas y sociales en común.
Escapan a esta clasificación los dos Estados mayores de la región, que son agrupados por magnitud de población y economía. El grupo que denominamos países del Cono Sur está integrado por Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile. El siguiente, América andina, está conformado por Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela. En el de América Central situamos a Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá y República Dominicana. Por último, el grupo que denominamos megapaíses, está formado por México y Brasil.
Identificar caminos virtuosos en la democracia latinoamericana, por medio de la detección e iluminación de los avances políticos, económicos y sociales, y poner en evidencia los desequilibrios y rezagos que amenazan el clima de libertades, convivencia, equidad y desarrollo, que debe caracterizarla, ayuda a las dirigencias y a las sociedades en la construcción de más y mejor democracia.
BAJO DESARROLLO
De acuerdo a este estudio Bolivia, El Salvador, Colombia, Nicaragua, Honduras y República Dominicana, comparten la calificación de “bajo desarrollo” democrático.
La clasificación del nivel de desarrollo democrático continúa con Perú, Argentina, Panamá, México y Brasil, que integran el bloque que denominamos de desarrollo medio.
En conjunto, Uruguay, Costa Rica, Chile, Perú y Panamá son los países que superan el promedio regional; estos países son los que presentan mejoras y estabilidad democrática. Mientras tanto, diez naciones, el 55 % del conjunto, de las dieciocho evaluadas, se encuentran por debajo de dicho promedio.
El grupo de países con mínimo desarrollo democrático, o sea aquellos que presentan mayor riesgo democrático, se ha visto reducido este año y queda integrado por Nicaragua, Guatemala y Venezuela.
Las debilidades institucionales y el fin del crecimiento económico, que no ha reducido las desigualdades sociales, según el estudio, repercutió en el retroceso leve del desarrollo democrático en América Latina.
El estudio critica que “la región no logra revertir una de sus fallas estructurales: la inequidad en la distribución de la riqueza”. En este sentido, la fundación Konrad Adenauer cita como referencia a los “cientos de miles” de brasileños en las calles “reclamando contra la corrupción y los excesos de sus dirigentes” y “la insatisfacción creciente en Argentina, Chile y otros países” de la región.
Textos: Konrad Adenauer Stiftung (KAS)
Deutsche Welle (DW)
Portada de HOY |
Editorial |
Portada Deportes |
Caricatura |
1 Dólar: | 6.96 Bs. |
1 Euro: | 7.79 Bs. |
1 UFV: | 2.13154 Bs. |
Impunidad |