Los británicos se mostraban ayer impresionados tras la estrecha decisión de abandonar a la Unión Europea, en una sensación que atrapó tanto a quienes elogiaron lo que llamaron el día de la “Independencia” o quienes estaban apesadumbrados por el resultado.
La votación, luego de una amarga campaña, dividió al país en torno a una serie de grietas existentes: los mayores frente a los jóvenes, Inglaterra y Gales contra Escocia e Irlanda del Norte y a la gente en el norte de Inglaterra que sufre penurias económicas frente a los ricos residentes del sur.
Esas posiciones se mantuvieron hasta que todo terminó con una votación de 52 contra 48 por ciento a favor de la salida de Reino Unido de la Unión Europea en las primeras horas del viernes, desatando celebraciones entre quienes apoyaban el “Brexit” al considerar que el triunfo hará más fuerte a Reino Unido.