¿En peligro matrimonio COB-Gobierno?

El Decreto Supremo 2.765 parece ser el detonante del divorcio de la COB con el Gobierno, después de 10 años de un constante coqueteo entre ambos, que se convirtió en una cohabitación desde hace 3 años. Este decreto cierra la manufacturera Enatex y algunos cientos de trabajadores quedan sin trabajo. En el año 2012 el Gobierno incautó por DS la fábrica del industrial Marcos Iberkleid y familia, la cual se encontraba en franca declinación económica a consecuencia de que Bolivia perdió sus exportaciones textileras que eran favorecidas por ATPDEA de Estados Unidos, debido a la guerra ideológica desatada desde altas esferas gubernamentales.

No se sabe con qué criterio el Gobierno pretendía compensar la producción con los mercados cubanos y venezolano, los que nunca cumplieron sus obligaciones. En tales circunstancias, lo cuerdo era no hacerse cargo de lo inviable y resulta extraño que ahora se queje por haber invertido $US. 69 millones, sin recuperar “nada”, según dijo el Vicepresidente. La liquidación de esta industria perjudica al departamento de La Paz, por haberse perdido una de las fábricas más grandes del país.

La COB hizo suyo el problema de los obreros de Enatex, pidiendo la derogatoria del DS 2.765 y ante negociaciones infructuosas con el Gobierno realizó un paro de 24 horas y otro de 48, acompañados de bloqueos de calles y carreteras; para las autoridades se trata de un “fracaso”. Varios centros fabriles continuaron normalmente su trabajo, pero se sumaron los trabajadores de salud y el magisterio. El Órgano Ejecutivo reiteró que la medida es irreversible, enfatizando que más del 70% de los fabriles despedidos cobraron sus beneficios sociales.

No obstante ser evidente dicha cancelación, la COB desafía al Gobierno con el claro propósito de mostrar su poder -todavía no del todo compacto- y como advertencia a los empresarios privados de lo que les espera si pretenden ponerse a salvo de la crisis financiera que empieza a cernirse sobre el país. En efecto, sin duda uno de los sectores más golpeados por la contracción de la economía nacional es el de las empresas, por efecto de la caída de los precios de las materias primas. Específicamente les afectan los altos costos de producción, el contrabando, las presiones tributarias del Estado y las cargas creadas, como el doble aguinaldo, complejo que las pone al borde del cierre de actividades, mientras suman miles de medianos y pequeños emprendimientos cesantes al presente, si bien el Gobierno afirma que, por contrapartida, cada año inicia actividad otro tanto de lo que en nuestro medio se da en llamar empresas, pese a su pequeño volumen.

Por último, para las voces cantantes del Ejecutivo reactivar la improductiva Enatex sería “neoliberal” (contrasentido teórico), habida cuenta que la represión y gasificación a los grupos bloqueadores de la COB y hasta la detención de algunos, recuerda con más propiedad actitudes neoliberales. Viendo estos hechos, queda abierto el interrogante de si el matrimonio continuará o la separación está planteada. Resulta emplazado el cupo de la COB en la Asamblea Legislativa que, por supuesto, supera la veintena, y el resto de asambleístas de los “movimientos sociales” frente a esta disyuntiva. Pero también podemos asistir a que después del “sana-sana” a los dirigentes, las cosas sigan como si nada.