Jaque mate a la reina

“Denme tres buenas razones que justifiquen que el país siga en la Unión Europea” habría sido la pregunta que la reina Isabel II de Inglaterra formuló a los asistentes a una cena oficial, celebrada en el palacio real, antes que se conociera la victoria del “Brexit”, la opción que determinó la salida del Reino Unido de la Comunidad Europea.

Dicha pregunta que, más que un inocente cuestionamiento parecía encerrar una particular preferencia real, fue rápidamente respondida por el pueblo horas más tarde, al aprobar por un estrecho margen su salida de dicho pacto europeo.

Sin embargo, las tres buenas razones exigidas por Su Alteza Real se plasmaron en un terremoto político, económico y social que sacudieron al Reino Unido con: la estrepitosa caída de la bolsa de valores de Londres; con el mayor bajón sufrido por la libra esterlina en su historia; con la rebaja del rating de su deuda por la agencia de calificación Standard & Poor´s, de AAA a AA y, aunque usted no lo crea, querido lector, con más de tres millones de usuarios británicos del buscador de GOOGLE preguntando ¿Qué es la Comunidad Europea?

A esta debacle se sumó la renuncia del primer ministro David Cameron, quien fue el responsable de convocar a este irresponsable referéndum, pensando más en el rédito político personal que en las consecuencias que éste podría acarrear a Gran Bretaña. Escocia, por ejemplo, la nación más septentrional de las cuatro que constituyen el Reino Unido, junto con Inglaterra y Gales, ha amenazado con bloquear la ley que dispone la salida de la UE y ha afirmado que hará todo lo posible para hacer respetar la voluntad de la mayoría de sus ciudadanos que han apoyado mayoritariamente su permanencia en la Unión. Asimismo, consideran reclamar nuevamente su independencia, mediante una nueva consulta, ya que ellos votaron masivamente por permanecer en la Unión Europea.

Por su parte, miles de británicos han resuelto imitar la conducta de los masistas bolivianos al solicitar un nuevo plebiscito, aduciendo que fueron engañados en el planteamiento del primero, con la diferencia de que en el Reino Unido son aún confiables las instituciones que manejan las informaciones y estadísticas, como el censo, las cortes electorales, etc.

De acuerdo con el artículo 50 del Tratado de Lisboa, se establece que el país que opte por salirse de la comunidad debe presentar su solicitud y recién a partir de ésta corre un plazo de dos años para formalizar dicha salida. Mientras tanto, éste sigue siendo un miembro de pleno derecho de la EU. Por supuesto que esta disposición colide con el parecer de muchos de los 27 miembros restantes que solicitan que dicha salida se haga efectiva de inmediato, ya que puede ser contagiosa, y causar desconcierto e incertidumbre en la comunidad.

Para mal de sus pesares, Inglaterra acaba de ser eliminada de la Eurocopa por Islandia, el equipo más frágil de la competencia, acentuando la tragedia y consolidando un verdadero jaque mate a la reina.