El río Pilcomayo, que atraviesa tres países sudamericanos, está en riesgo de desaparecer, en medio de la indiferente mirada de propios y extraños; este año habrá poco sábalo y de tamaños mínimos, empero las autoridades bolivianas desestimaron el daño ecológico en nuestro territorio.
Según el artículo publicado en el Nuevo Sur, la producción de sábalo en el Pilcomayo este año será inferior en un 40 por ciento respecto los anteriores años, “pensar en el sábalo en cantidades comerciales que había antes, con camiones que se iban a La Paz o las minas, es prácticamente imposible”, dijo el director de la organización Nativa (Naturaleza, Tierra y Vida), Iván Arnold Torres.