Sin intenciones o acercamiento de diálogo de parte del Gobierno con las personas con discapacidad, el sector continúa por segundo día en el piquete de huelga de hambre.
En la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, en demanda de la renta de 500 bolivianos, nueve personas con discapacidad cumplieron ayer su segundo día de huelga de hambre.
Los movilizados aseguran que la extrema medida se debe a la indolencia del Gobierno y admiten que esperan sensibilizar el corazón del presidente Evo Morales para que los reciba en una audiencia.
La representante del Comité de Defensa de las personas con discapacidad, Rosemary Guarita, informó que los huelguistas son de Cochabamba, El Alto, La Paz y Beni y que también optaron por no tomar sus medicamentos, lo que pone en riesgo su salud.
“No vamos a permitir que más compañeros mueran en los lugares de vigilia. Sí el Gobierno no nos escucha, vamos a masificar la huelga porque todos los compañeros de la vigilia se van a sumar”.
Según la dirigente, las nueve personas están solo con dieta líquida. La decisión de no ingerir medicamentos pone en vilo a los movilizados, en especial por aquellos que sufren de epilepsia y deben tomar sus medicinas todos los días para evitar las convulsiones.
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