Padre lucha contra una enfermedad pulmonar por sus cuatro hijos

Iván Muga, de 57 años, tiene una enfermedad que le aqueja a los pulmones y cada vez que levanta algo pesado sangra inmediatamente por la boca y la nariz. Es padre de cuatro hijos menores de edad y ahora se aferra a la vida para no dejarlos en la orfandad, pero requiere el apoyo de los corazones solidarios.

Hace un poco más de una semana, EL DIARIO publicó la situación difícil que atraviesa don Muga, quien desde hace años lucha para que sus hijos de 15, 13, 11 y siete años salgan adelante en lo profesional y para que no les falte alimento alguno.

En 2012, su esposa se adelantó en abandonar este mundo a causa de una enfermedad. Muga, pese a la dificultad pulmonar que tiene, supo salir adelante por su única familia que le queda: sus hijos.

Sin embargo, necesita la colaboración de los corazones solidarios para seguir cuidando de sus hijos, requiere de un nuevo análisis y de recursos económicos para solventar los gastos de los medicamentos y también de los alimentos.

“(Hace) 15 años, aproximadamente, tuve un accidente en Chima – Yungas. Una mazamorra cayó sobre mi familia, yo fui inmediatamente a salvar a mi hija que estaba enterrada prácticamente y en eso me cayó en la espalda un palo (…) primero no sentía nada, sólo un dolor que había pasado con fricciones”, relató Muga.

Sin embargo, aquella trágica jornada no terminó ahí. 10 años después del accidente tuvo problemas de hemorroidales, puesto que al levantar cualquier objeto pesado sangra inmediatamente por la boca y hasta por la nariz.

Cuando su esposa vivía fueron al médico, donde permaneció internado y donde debieron practicarle la “fibra-broncoscopia”; sin embargo, ello no pudo concretarse porque los recursos económicos con los que contaban no eran suficientes.

En 2012, los médicos no le dieron esperanza de vida a Muga, y le encargaron a su esposa cuidarlo porque ya estaba “desahuciado”; paradójicamente, ese año quien emprendió un viaje eterno fue su pareja.

Pese a la irreparable pérdida, la familia se dio modos para seguir. Ya no estaba la ayuda idónea de Muga, los niños tenían hambre, entonces de los Yungas se trasladaron hasta la ciudad de El Alto, donde empezaron a vender alimentos comestibles, como pipocas en una tienda.

Pero, mientras pasaban los días la salud de don Muga iba empeorando, entonces junto a la hija mayor fueron a otro centro de salud, esta vez en la joven ciudad alteña.

El médico lo evaluó y tras ello, la hija mayor recibió la noticia negativa “cuídenlo nomás en casa”, eso le dijeron, según relató Muga.

Hasta la fecha, el padre de cuatro hijos supo salir adelante, pero ahora requiere de gente comprometida para que puedan brindarle ayuda.

“La semana pasada me llamaron algunas personas luego de la publicación que salió en EL DIARIO, inclusive me citaron en el puente de la Ceja y en la Alcaldía Quemada de El Alto, pero me hicieron esperar en vano por varias horas (…) una persona si llegó”, comentó al Decano.

Para cualquier colaboración comunicarse al celular 75200141.