El cura Medina fue el mentor intelectual de los jefes de la revolución, a quienes hizo comprender la necesidad de gobernarse por sí mismos, para lo cual era menester una ley o estatuto que guiase todos sus actos.
Él mismo se encargó de redactar el Nuevo Código que fue entregado a los representantes del pueblo ante el Cabildo, Gregorio García Lanza, Juan Bautista Catacora y Buenaventura Bueno, para que lo presentasen a consideración de este.
Este documento, que es considerado como la ley fundamental de la revolución emancipadora, consta de diez artículos y fue presentado al Cabildo en su sesión de 21 de julio de 1809.