El Independiente del Valle viajó ayer a Buenos Aires en busca de la clasificación a la final de la Copa Libertadores, un hecho sin antecedentes, a expensas del Boca Juniors, un rival que tornaría más valiosa la hazaña que se espera en Ecuador. El equipo ecuatoriano alienta la esperanza tras el triunfo por 2-1 logrado el jueves pasado sobre Boca en Quito, y este jueves se bastará con un empate para llegar a la disputa del título. “Por la diferencia sabemos que no podemos especular porque la ventaja es mínima pero el plantel está tranquilo. Ojalá podamos lograr un gol”, sostuvo hoy ante los periodistas el entrenador del Independiente, el uruguayo Pablo Repetto. Añadió que no existe dudas de que el partido del próximo jueves “será el más importante” de cada integrante de su plantilla.