Desfiles en días ordinarios

Los desfiles cívicos y en general todas las demostraciones oficiales que utilicen las vías urbanas deben realizarse en días feriados o los sábados y domingos, cuando no haya suspensión general de actividades, en caso de que ellos tengan que realizarse por algunas razones plenamente justificadas.

Es tiempo de que las propias autoridades, de todos los niveles, hagan conciencia de que se causa inmensos perjuicios a la población cuando tales demostraciones se efectúan en días de trabajo, porque el efecto que tienen es atentar contra la normalidad en todas las actividades públicas, sean oficiales o privadas.

Este planteamiento se efectúa a la luz de la lamentable experiencia que se tuvo en estas fiestas julias, al realizar los desfiles escolares en diversos macrodistritos ayer jueves, día ordinario en el que no deberían ser alterados los ingresos al trabajo de los empleados públicos y privados, así como de personas que tienen necesidades de cumplir distintas labores de estricta índole personal o familiar.

Los congestionamientos vehiculares ocurridos ayer en los distintos macrodistritos han sido descomunales, porque las vías centrales de cada uno de ellos fueron ocupadas para la realización de desfiles estudiantiles, que además ocuparon virtualmente buena parte de la mañana.

Como consecuencia de ello, el transporte público y privado tuvo que ser desviado a otras vías, de carácter secundario, donde los congestionamientos vehiculares alcanzaron proporciones mayúsculas, por tanto determinando múltiples perjuicios a la normalidad en la asistencia a las funciones laborales que tienen, sean autoridades o empleados y obreros.

La magnitud de los desfiles alteró virtualmente todos los lugares de trabajo, en el centro de la ciudad y en los propios macrodistritos urbanos, lo cual es totalmente inaceptable que siga sucediendo en el futuro. Por esta vez, el daño está inferido, pero habrá que tomar los recaudos que se plantea en estas líneas para los días de la fiesta nacional del 6 de Agosto, que se hallan a la vista.

Si hasta ayer hubo descuido o desentendimiento con lo acontecido ayer, pues en adelante se tiene que reparar los daños causados a toda la población adulta. Por supuesto, en casos como estos no hay excepciones, los vehículos privados y públicos tienen que confrontar las mismas contingencias, lo que es definitivamente inaceptable que vuelva a producirse.

Bastantes complicaciones causan ya las marchas de todo género que se realizan en La Paz en días ordinarios, la mayor parte de protesta de sectores laborales, pero en otros casos incluso de simples presentaciones de carácter sectorial o privado.

Para estas inesperadas eventualidades deplorablemente no existe regulación alguna, sea de carácter municipal o siquiera departamental, por respeto a las libertades y derechos ciudadanos. Empero, sería hora de que todos, en conjunto, sin necesidad de esperar que haya normas de tal naturaleza, sean solidarios, unos con otros, para no originar daños a los demás. Siempre hay tiempo para guardarse el respeto mutuo.