¡Oh Linda La Paz!

Con motivo de celebrarse un nuevo aniversario de la Revolución del 16 de Julio, ocurrida en la ciudad de La Paz en 1809, es oportuno rememorar que ha sido, sin duda, el comienzo de un largo proceso de lucha, en el que se ha gestado la derrota del imperio ibérico colonial, irradiando con fuerza pletórica la convergencia política en los estados de América, en la que se patentizó importantes cambios políticos y económicos.

La Paz.- Es sin duda la ciudad predilecta y exponente de la historia, donde el espíritu de sus hijos vive y se agita como lo hacen abejas que llegan de todas partes. Trabajadores intelectuales y pensadores le hacen honor por la majestad del Illimani, una maravilla colgada en las montañas de los Yungas, así como el lago Titicaca y la montaña, que son considerados dioses tutelares de La Paz.

Comités Cívicos.- Los renombrados comités cívicos paceños han perdido su fuerza y han bajado los brazos ante el asedio de permanentes marchas, huelgas y bloqueos contra el aparato estatal. La Paz es víctima de estos movimientos sociales y ha perdido su tranquilidad. Gobernación, Municipio y entidades cívicas nada dicen, han perdido su vigor, lo que se siente con las protestas que están pisando los talones al Estado. Los ciudadanos de a pie, empleados y comerciantes se sienten perjudicados.

Guerrilleros de la Independencia.- Se debe recordar con respeto y admiración la intervención en la gesta emancipadora de los guerrilleros de la independencia, como el Dr. Gregorio García Lanza, Victorio García Lanza, Gral. José Miguel Lanza, nacidos en Coroico, Yungas, que ofrendaron su sangre y sus vidas a la noble y dura causa de la libertad contra la corona española. Su historia y su participación están grabadas indeleblemente en el pergamino de los siglos.