Guillermo Choque Aspiazu
Críado y Ramilo, en el articulo presentado el año 2009 al Primer Congreso Online del Observatorio para la Cibersociedad, con el título “De la Administración Pública Electrónica a la Administración Pública Relacional: Aportaciones para una propuesta analítica integradora”, mencionan en su presentación conceptual sobre el desarrollo de las tecnologías de la información y comunicación, la necesidad de retomar el planteamiento de Heeks, publicado en el libro escrito el año 2001 con el título “Reinventando el gobierno en la era de la información”, quien menciona: “Las tecnologías de la información y comunicación son un conjunto de herramientas e infraestructura utilizadas para la recogida, almacenamiento, tratamiento, difusión y transmisión de la información”. Las tecnologías de la información y comunicación pueden distinguirse en tres tipos: Terminales, redes y servidores. En los servidores se encuentran los contenidos, es decir la información, y para acceder a ellos se necesita una terminal, que puede ser una computadora, teléfono móvil o televisión digital. Para alcanzar los contenidos desde las terminales son necesarias las redes de comunicaciones que se comercializan a través de los servicios de comunicaciones, entre las que se encuentran las redes troncales representadas por la fibra óptica y los radioenlaces; las redes fijas de acceso, con los sistemas de cobre original o mejorado, además de los sistemas de cableado eléctrico.
Por otra parte Naser y Concha, en el estudio publicado el año 2011 con el titulo “El gobierno electrónico en la gestión pública”, mencionan que la visión que tiene el ciudadano de la administración pública ha estado por años concebida en el término “burocracia”. La dificultad que tiene el ciudadano al acceso de las prestaciones públicas, las largas filas que suelen hacer para la realización de un trámite y los horarios de atención que van en desmedro de quienes trabajan, la gran cantidad de formularios que deben llenar, entre otros, han derivado en repensar la entrega más expedita y rápida de un servicio al ciudadano. Así surge el concepto de ventanilla única virtual que se encarga de cambiar drásticamente esta mirada, con la finalidad de simplificar y poner en línea los trámites más solicitados por las empresas, los ciudadanos, y el propio gobierno. El concepto fundamental de esta ventanilla es que el usuario tome contacto con el Estado a través de Internet con un único punto de entrada que lo identifica de manera personalizada, independientemente de la oficina pública que atienda su requerimiento. De esta forma el beneficiario de un servicio es atendido a través de una mesa de atención al público virtual superando las mesas de atención al público presenciales que ocasionan inconvenientes en el traslado, pérdidas de tiempo y gastos innecesarios. Esta plataforma permite avanzar en la implementación de un conjunto de servicios estandarizados que el Estado presta a la comunidad.
Los procedimientos de autenticación a través de Internet, los pagos a través de transferencias bancarias empleando la Web o la telefonía móvil, son ejemplos de rutinas que están presentes en algunos de los servicios o trámites que el Estado entrega a un ciudadano.
Fernández y sus colegas, en el documento de políticas públicas del año 2008 titulado “El gobierno electrónico, aún lejos de los ciudadanos”, mencionan que en este contexto ingresa en las agendas del gobierno nacional, y de los gobiernos sub-nacionales y municipales el gobierno digital o gobierno electrónico, cuyos fines son mejorar la eficiencia y transparencia de los actos gubernamentales y generar nuevos canales de relación con los ciudadanos. El uso masivo de Internet y de los dispositivos móviles asociados a la telefonía celular, ha generado que el Estado deba readecuar su función teniendo en cuenta estos nuevos dispositivos y aplicaciones. La empresa Prince & Cooke, en el estudio de mercado de las tecnologías de la información y comunicación realizado en la Republica de Argentina el año 2010, menciona que la tendencia del mercado de las tecnologías de la información y comunicación muestra cómo la movilidad y la convergencia de tecnologías marcarán el camino de los próximos años. A pesar de que la cantidad de usuarios de Internet continúa en pleno crecimiento, el uso de la telefonía celular y los dispositivos móviles es un fenómeno que abarca a casi la totalidad de la población; en Bolivia la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes señala, en respuesta a un cuestionario enviado el año 2014 por el medio de prensa escrita “La Razón”, que la cantidad de dispositivos móviles con acceso a Internet llegó, a junio del año 2014, a un millón novecientos treinta mil novecientos cuarenta, casi tres veces más de la cifra registrada a junio del año 2013, cuando alcanzó a setecientos veintiocho mil novecientos veinticinco. Es por ello que dentro del gobierno digital comienza a tener preponderancia el gobierno móvil, entendido como la aplicación estratégica de tecnologías móviles por parte del Estado, tanto para relacionarse con los gobernados como para comunicarse con sus estructuras internas. Giulianelli, en la tesis publicada el año 2012 con el titulo “Modelo de Sitio Móvil Gubernamental”, menciona que de manera inicial se puede decir que el gobierno electrónico movil o simplemente gobierno movil es un subconjunto del gobierno electronico, específicamente referido al uso de tecnologías móviles o inalámbricas, tales como teléfonos celulares y móviles, computadoras portátiles y de mano, conectadas a redes inalámbricas de área local. Ya sea tanto para los destinatarios como para los agentes prestadores, el gobierno movil puede ayudar a que la información y los servicios gubernamentales resulten accesibles en cualquier momento y lugar. Por medio del gobierno movil, los ciudadanos también pueden ahorrar tiempo y energía accediendo a redes del gobierno a través de teléfonos móviles y otros dispositivos inalámbricos, o bien solicitar que les sea transmitida determinada información en tiempo real como mensajes de texto.
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