Institutos: pese a todo perviven

Mucha gente debe su oficio y profesión, así como su bienestar económico, a un “instituto”, por lo que puntualizamos que estas instituciones educativas llegaron a significar bastante en la vida de miles de personas que se capacitaron en diferentes especialidades en sus aulas hace décadas. Estos centros de capacitación vinieron a formar parte de la vivencia de esta ciudad, y por decirlo en términos populares “el que más y el que menos” pisó alguno de ellos con la seguridad de que aprenderían algo útil para enfrentar la dura vida.

Institutos de bien ganado prestigio, como fueron “San Martín de Porres”, “Arrieta”, entre otros, desaparecidos en la actualidad, se puede decir que contribuyeron a la sociedad con profesionales técnicos a quienes hoy les va viento en popa a sabiendas de que todo lo deben a su querido “instituto”. Al parecer, distintos hechos y situaciones adversas incidieron en la determinación de cerrarlos.

Por ello acudimos a uno de los pocos que aún “perviven”, aclarando que esta palabra significa: “durar, permanecer, o seguir viviendo una cosa, a pesar del tiempo, de los problemas o de las dificultades”. Es el Instituto Profesional “Los Ángeles”, que tiene 50 años de ininterrumpida labor, actualizando inclusive a profesionales en diversas ramas, y formando a quienes tienen la necesidad de estudiar carreras cortas que les permitan insertarse en el mercado laboral hoy tan reducido, exigente, y predispuesto inclusive a una sañuda competencia. Al presente se denomina Instituto Técnico “Los Ángeles” por determinaciones de las autoridades.

Su Directora, Mercedes Tarifa, sostiene que en cinco décadas lograron una profesión decenas de promociones tanto de mujeres como varones y así pudieron acceder a fuentes de empleo. “No todos pueden ser doctores o licenciados, por lo que se debiera estimular a estos centros que tienen carreras cortas y rápidas para así evitar su cierre paulatino por cuanto la crisis toca las puertas de los mismos”, añadió Tarifa a tiempo de sostener que “Los Ángeles, seguirá en pie porque tenemos fe en Bolivia”.

Entre las anécdotas, refiere: “nos visita gente que estudió aquí y actualmente están como micro o medianos empresarios, o fueron personal calificado en entidades privadas o estatales, como sucedió con una alumna que había creído que el instituto ya no existía, puesto que hace más de 30 años salió de secretaria comercial y hoy se está jubilando. Otra señora me saludó en la avenida Tumusla cuando descargaba mandiles escolares, no la recordaba, y ella me dijo que fue una de las alumnas de corte y confección, que ahora tiene su pequeña empresa que da trabajo a otras personas”.

Le preguntamos a Mercedes Tarifa si daban el curso de taquigrafía, a lo que responde: por supuesto, sólo esta carrera, aunque muchas señoritas preferían la especialidad de “secretaria estenodactilógrafa”, pues en los hechos era a la vez secretaria comercial, taquígrafa y sabía a cabalidad redacción comercial. En estos tiempos, váyase a saber si aún será requerida, así se trate de alguien que domine totalmente la taquigrafía, y acaece que alguna gente virtualmente hasta desconoce qué es o de qué se trata.

Uno de los fundadores de esta institución técnica que todavía presta servicios invalorables a la gente deseosa de superarse, es el Lic. Miguel Alanez Galindo. Se hace necesario puntualizar que todos tendrían que ver la realidad del país para de esa manera estimular a estos “institutos”, puesto que la misma economía en la actualidad no permite a todas las personas seguir cursos superiores. Muchos jóvenes buscan carreras cortas, concluye nuestra entrevistada, que no deja de tener razón al emitir esas apreciaciones.