¡Sequía!

Numerosos indicadores meteorológicos permiten pronosticar la aproximación de una sequía que puede paralizar totalmente las actividades agropecuarias a lo largo y ancho del país, la misma que podría tener catastróficos efectos en el abastecimiento de los mercados de consumo de los centros urbanos.

Las informaciones registradas por la prensa hacen conocer, desde los más diversos lugares del territorio nacional, que decenas de agricultores están siendo afectados por la escasez de lluvias y el consiguiente desecamiento de vertientes, reducción del caudal de agua de ríos y riachuelos e inclusive la “muerte” de lagunas y lagos como el Poopó y otros tanto del altiplano como de valles y trópico.

En la región tropical del país, los productores de oleaginosas han afirmado que la sequía está afectando más de 440.000 hectáreas de cultivos de esa planta, al mismo tiempo que ganaderos de la zona sur del país afirman que su ganado está muriendo por falta de agua. La Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas (Anapo) ha señalado que la situación “se volvió crítica” en el mes de julio, tiempo durante el cual no llovió y postergó la preparación de la tierra para el cultivo de trigo, girasol y maíz.

En la región altiplánica no se registran lluvias con la normalidad tradicional desde fines del año pasado y en especial los primeros seis meses de este año, excepto una nevada corta que solo tuvo efectos significativos en Potosí. Por la reducción de los cultivos de papa, cebada, quinua y otros los agricultores indígenas han empezado a hacer subir los precios de sus productos, acudiendo a su conocimiento empírico de las leyes de la oferta y la demanda.

Ante la amenaza de sequía en el oriente, los agricultores están enfrentando dificultades financieras y han comunicado que la disminución de los cultivos representa una pérdida de 440.000 hectáreas de producción con valor comercial de más de 122 millones de dólares de pérdida. Desde el punto de vista técnico, agregaron que las lluvias no pasaron de 50 milímetros, cuando debían ser de más de 350 mm, lo cual permite pronosticar baja de producción. Por esos motivos indican que tendrán dificultades con los bancos que les conceden créditos.

Mecanismos del Gobierno han anunciado la perforación de algunos pozos, el plan “mi agua” y apoyo a núcleos rurales con la construcción de servicios para abastecer de agua a pequeños centros urbanos, pero no planes de riego para cultivos intensivos ni extensivos. De otro lado, para evitar la escasez de productos en los mercados urbanos están haciendo importantes importaciones de granos y han autorizado la importación de gran variedad de productos agrícolas de países extranjeros. En esa forma, en general, se puede anticipar que, de continuar esta sequía, sus efectos serán poco menos que catastróficos, a lo que se añade la enorme reducción de ingresos al Estado, sin que, además, se haya observado una adecuada reacción de las autoridades ante el problema de la falta de lluvias.