La Restauración

Se la llama Restauración a la época posterior a la desastrosa batalla de Yungay, en la que el Mariscal Andrés de Santa Cruz perdió su dominio como Protector de la Confederación Perú Boliviana y perdió el mandato de la República de Bolivia.

En suma, el Mariscal vio desde su destierro en Ecuador, el rompimiento de la Confederación Perú Boliviana, y asimismo fue anoticiado de las traiciones de muchos de sus oficiales, ministros de Estado y autoridades de su Gobierno, que no le permitieron rehacer su poderoso ejército a fin de mantener la Confederación.

Lógicamente con cierta amargura supo cómo su ministro canciller Casimiro Olañeta se autodenominó “La Estrella Matutina de La Restauración” y como su vicepresidente, el Gral. Miguel de Velasco, felicitó al general chileno Manuel Bulnes, por su triunfo en Yungay, manifestándole: “ha derrotado usted al monstruo de Sur-América”. Más tarde, como resultado de esa manifestación, lo rechazó el pueblo para un nuevo mandato.

Su hombre de confianza, el Gral. José Ballivián, abandonó a su división militar en Puno, para plegarse al nuevo gobierno liderado por Velasco, pretendiendo ser su Vicepresidente, cosa no obtenida, convirtiéndose en su opositor por este motivo.

El nuevo Gobierno no respetó a los oficiales de ese poderoso Ejército que había hecho temblar de temor a nuestros vecinos circundantes, en Yanacocha, Socabaya, Paucarpata, Iruya, Montenegro, y otras tantas batallas.

Fueron dados de baja, por cargos de delitos en sus fojas militares, el Mariscal Otto Felipe Braun; los generales Burdett 0’Connor, Guillermo Miller, José de La Trinidad Moran, y Herrera, el coronel Silva; fueron ultrajados y perseguidos, con muchos otros oficiales; fueron suspendidos sus haberes militares, debiendo muchos de ellos auto desterrarse, antes de ser presos y ejecutados.

No se respetó el hecho de que todos esos militares habían sido parte del Ejército Libertador que dio la independencia a la Republica, siendo considerados muchos de ellos como héroes de la República.

El Mariscal Andrés de Santa Cruz, por su afán de retornar a Bolivia fue tomado preso por las fuerzas chilenas, formándose increíblemente un acuerdo entre las repúblicas de Perú, Chile y Argentina, como si se tratara de un truhan internacional, para mantenerlo en custodia fuera de Bolivia.

Pese a ello, hubo en el país algunos conatos revolucionarios, tratando de llamar nuevamente al Mariscal, encabezados por el Gral. Sebastián Agreda y don Mariano Enrique Calvo, que ya en posesión del gobierno intentaron esperar la llegada del Mariscal Santa Cruz; pero estos movimientos fueron develados y traicionados en su mayor parte. El Mariscal no pudo llegar.

Uno de los oficiales más perseguidos fue el Gral. Francisco Burdett O’Connor, quien maldijo su enfermedad, que no le permitió reunir un nuevo ejército junto a los restos del ejército confederado para retomar nuevamente los combates y finalmente conseguir el triunfo de las tropas bolivianas.

El Mariscal Santa Cruz, desterrado y amargado, del Ecuador se dirigió a Europa, fijo su residencia en Francia, falleciendo el 25 de septiembre de l865.

Sociedad Bolivariana de Bolivia.

Fundada en l926.