Desde que como Alto Perú conquistamos la independencia y nos constituimos en república de Bolivia, las relaciones con los vecinos Perú y Chile fueron conflictivas, en especial con el segundo que se lanzó en armas contra la Confederación Perú Boliviana, siguiendo los designios diseñados por el chileno Diego Portales y el venezolano Andrés Bello, para finalmente arrebatarnos nuestro territorio costero en el Pacífico y hacerse con las riquezas de Atacama boliviana y Tarapacá peruana en la guerra de 1879.
El Tratado de paz y amistad de 1904, entre los que fueran contendientes Bolivia y Chile, dio un aparente arreglo al problema de la salida y acceso al mar, con el que nacimos a la vida independiente, pues han sido varios los intentos de acuerdos para ese retorno boliviano al Pacífico y las solución definitiva al asunto, pero lamentablemente siempre esos acercamientos acabaron en fracasos y en consecuencia las relaciones deterioradas.
En estos últimos años del gobierno del régimen de los movimientos sociales, se había establecido un cuadro de acercamiento y discusión sobre 13 puntos, en los que se consideraba el del acceso a un puerto boliviano sobre el Pacífico. Una vez más fracasó el intento y nuestro país se vio obligado a acudir a la Corte Internacional de Justicia con sede en La Haya, demandando a Chile la necesidad de un diálogo sincero y efectivo, sobre el enclaustramiento de nuestro país. Chile nos ha planteado otra demanda sobre las aguas del Silala.
A partir de la demanda a Chile, las relaciones se fueron deteriorando y los avances que se habían dado ya desde anteriores gobiernos al actual, denominados de “confianza mutua”, quedaron en el pasado, la historia como la más severa juez de los asuntos de los Estados dirá si se acertó con la demanda o debió insistirse en el tratamiento de los 13 puntos.
Lo cierto es que ahora las relaciones boliviano-chilenas están en los niveles más bajos y cuasi confrontacionales, en especial con la reciente presencia de una numerosa delegación boliviana encabezada por el Ministro de Relaciones Exteriores y los presidentes de las dos Cámaras legislativas de la Asamblea Plurinacional, a la que le fue negada su carácter oficial y diplomática y se le aceptó como un grupo de visita privado y turístico, pese a que lograron su cometido de visitar las instalaciones portuarias de Arica y Antofagasta, pese a las hostilidades de gente chilena.
Lo lamentable es que el relacionamiento de nuestro país con Chile podría haber tenido un mejor escenario y con mejores resultados, en especial para el comercio boliviano que utiliza los puertos chilenos, y los trabajadores del transporte que son los más afectados por la tirantez entre ambos Estados.
Lo cierto es que nuestras autoridades que administran los asuntos exteriores bolivianos debieron considerar, antes de su presencia en territorio chileno, que las relaciones diplomáticas con Chile están rotas y sólo se mantienen a nivel consular, en consecuencia no es viable una visita oficial, así sea encabezada por el Ministro del ramo, y debió dejarse el asunto portuario al Cónsul de Bolivia en Arica o Santiago, que junto a una comisión de técnicos de ambos países, establezca la situación del cumplimiento de los tratados sobre el acceso boliviano a los puertos chilenos. Además en el Derecho Internacional Público, todo relacionamiento entre Estados está basado en acuerdos entre partes, tratados y convenios.
El Derecho Diplomático establece los rangos y funciones de los Agentes Diplomáticos, basado en el Protocolo de Viena de marzo de 1815 que reglamenta estas funciones, y posteriores acuerdos internacionales sobre el tema.
En todo relacionamiento internacional entre naciones, debe considerarse el acercamiento con base en los “buenos oficios” o “mediación”, cuando así se lo creyere oportuno, y cuando éstos no han dado buenos resultados, recién acudir a los medios jurídicos, como el arbitraje o la demanda internacional al Tribunal de La Haya.
La “Cortesía Internacional”, como uno de los principios para el relacionamiento entre las naciones, aun para quienes demandan diálogo, como en nuestro caso, debe dejar de lado las declaraciones mediáticas de tono subido, como los del presidente y vice presidente del Estado Plurinacional, que se refirieron a Chile como autor de robo y pirataje, y se inmiscuyeron en los asuntos internos de ese país, refiriéndose a las maniobras militares de la fuerza armada chilena conjuntamente con norteamericanas, como dependientes del “ odiado imperio”.
La administración de los intereses nacionales en cuanto al exterior, debe estar encargada a gente formada en la Ciencia del Derecho Internacional y otras disciplinas, así como experiencia en ese campo, para ello en casi todo el mundo se ha establecido la carrera diplomática.
El autor es abogado y politólogo.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |