Cartas desde el viejo mundo
Julio E. Salas Benavides
Londres.- El primer ministro de Francia, Manuel Valls, anunció el sábado 16 que Francia fue herida en el alma y que está en pie de guerra, además que todos los franceses tienen que aprender a vivir en estas circunstancias. La impactante declaración fue emitida por la tragedia de Niza, que fue escalofriante, los testigos que sobrevivieron a la brutal masacre terrorista describieron escenas difíciles de comprender, por la incalculable y despiadada forma de destrucción al ser humano.
Algunos líderes declararon este mortífero hecho no solamente como una declaración de guerra a Francia, sino una declaración a toda la humanidad. No es sorpresa que este criminal llamado Mohamed Lahoualej Bouhle, que atropelló a una multitud con una ambulancia, causando muerte y desesperación, fuera un francés de descendencia Tunecí, ya que los enemigos de Francia no solamente vienen de los países árabes afectados por la guerra contra Jihadistas que profesan la creación del Estado Islámico (ISIS), sino también de ciudadanos árabes asentados legalmente en Francia.
Este acto brutal fue tan cruel que no respetó ni siquiera a niños y más bien dirigió su arma arrolladora para barrer y aplastar justamente a personas y niños que festejaban viendo los fuegos artificiales, en la avenida principal costera de Niza, conmemorando el Día de la Bastilla.
Países de alrededor del mundo se solidarizaron con Francia en estos momentos tan trágicos y ofrecieron la ayuda absoluta para contrarrestar esta marea de atrocidades que está sufriendo el país galo.
Mucha gente se pregunta: ¿por qué Niza? La respuesta probablemente sea porque esta región, desde hace mucho tiempo, fue y sigue siendo un lugar donde más florece la radicalización islamista. Esta hermosa región de Francia, llamada la Capital de la Costa Azul, fue y quizás sigue siendo el lugar de partida de jóvenes reclutados y radicalizados por fuerzas Jihadistas para viajar a Siria y pelear por el Estado Islámico (ISIS)
Desde hace mucho tiempo, Francia está sufriendo estas atrocidades terroristas. Antes, se produjeron los ataques a la revista satírica Charlie Hebdo, al supermercado judío y a la ciudad de París.
Es muy posible que el motivo principal de estos últimos ataques sea precisamente para provocar una reacción por el descalabro social que causa la crisis económica y a que ciertas fuerzas extremistas xenófobas francesas ataquen mezquitas, creando una virtual guerra civil.
Francia es un país con más de cinco millones de habitantes de origen islámico, una cifra que refleja el enorme drama de este país. Es por eso que el presidente de François Hollande expresó en un discurso reciente que una sola Francia unida podrá derrotar estas guerras del Estado Islámico (ISIS) y también la desatada contra los hijaidist.
La recaptura de territorios invadidos por el Estado Islámico en Irak y Siria, por fuerzas militares Iraquíes, ayudadas por Rusia e igualmente por fuerzas aliadas occidentales, han creado un estado de desesperación en las cúpulas de mando del Estado Islámico y su respuesta a estas pérdidas de territorios es una contraofensiva, retornando a combatientes completamente radicalizados y entrenados a sus lugares de origen, en este caso Francia, iniciando ataques indiscriminados no solamente en Francia sino a otros países europeos.
El mundo europeo está en estos momentos en una constante inestabilidad, hundido en una oscuridad sin objeto y quizás sin fin. Empero, parece que hay que tener esperanza viviendo estos momentos.
El autor es boliviano, emigró a Londres hace 40 años.
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