La caída de la producción de café en el país confirma de forma objetiva el fracaso de la legislación agraria, la inexistencia de políticas agropecuarias y absoluta carencia de conocimiento de la economía rural vigentes en el país desde hace años, pero en especial en el decenio recién trascurrido. Que en diez años la producción de café hubiese sufrido un colapso espectacular, consistente en el derrumbe de la producción de ese producto en dos tercios, revela un hecho que no solo causa preocupación sino también la necesidad de enfrentar ese problema con un tratamiento de alta cirugía.
La Federación de Cafetaleros de Bolivia informó que en los últimos diez años la producción cafetalera registró un derrumbe del 78 por ciento, porcentaje elevadísimo que se agudiza con características agravantes, al señalar que mientras el año 2006 producíamos alrededor de 140.000 sacos, el año pasado únicamente se produjo 31 sacos. El dato es aún más alarmante porque en el año 2013 la producción fue de 65.000 sacos, la misma que el año pasado cayó a 31.000 sacos, es decir una caída de la mitad en solo un año.
Según los cafetaleros, la situación será inclusive peor de lo que se señala ahora, pues, en vista del abandono de este renglón económico, esa producción bajará todavía más y hasta podrá desaparecer a corto plazo, resultado lógico como de políticas económicas inadecuadas y el exclusivo interés oficial en explotar recursos o materias primas naturales “a como dé lugar” (gas, petróleo, litio, minerales, etc.), poniendo en olvido la cuestión agraria, actitud alienante que conduce al fracaso de regímenes populistas, como el de Venezuela.
Los cafetaleros atribuyen este gravísimo estado de cosas a la no renovación de plantaciones, el clima, las plagas, etc. Sin embargo, se debe destacar que, además de esas causas, existen otras de mayor magnitud y en especial la indiferencia de las autoridades ante la cuestión agraria, hasta la inexistencia de un ministerio de desarrollo agropecuario. Pero el problema de mayor gravedad es que cientos de hectáreas de cultivos de café han sido erradicadas y en su reemplazo se está cultivando coca, sin que exista la menor posibilidad de resolver ese problema, pues inclusive la nueva Ley de la Coca autorizará el cultivo de diez mil hectáreas de esa planta, en vez de hacerlo con café, frutales, etc.
Así mismo, se puede afirmar que esa catástrofe en la producción de café se produce pese a las ayudas financieras que se dio a los productores de café de los yungas de La Paz en varias oportunidades, ayudas que no sirvieron para café sino para producir coca y proyectos fantasmas como los ocurridos en el Fondo Indígena, con el agravante de que esos actos de corrupción no son investigados.
Finalmente, se puede adelantar que lo mismo que ocurre con el café, ocurre con otros productos agrícolas, como papa, yuca, trigo, frutas diversas, ganadería, etc. en especial en los yungas de La Paz y Cochabamba, sin dejar de hacer referencia a la región tropical, todo lo cual lleva a una catástrofe sin precedentes.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |