Acercamiento entre Bolivia y Chile debe ser con respeto

Los recientes impasses diplomáticos entre Bolivia y Chile deben ser superados a través de un relacionamiento en el que prime el respeto y la dignidad entre los estados, sostuvo la abogada internacionalista Diana Borelli, a tiempo de remarcar que existe una agenda de temas pendientes que hoy vuelve al debate bilateral.

Los gobiernos de Bolivia y Chile atraviesan por un momento de tensión tras la visita que realizó la comitiva boliviana a puertos de Antofagasta y Arica donde constataron el incumplimiento al Tratado de 1904, a la Convención de Viena y varios actos de discriminación y malos tratos contra los transportistas bolivianos. Ahora, el Gobierno pide a Chile diálogo, demanda que hasta el momento tiene una respuesta negativa.

En ese marco, Borelli explicó al periódico digital Visor Bolivia, que una relación entre países vecinos, más allá de cualquier diferencia, debe basarse en la igualdad jurídica entre estados, un principio en que el criterio de dignidad debe regir a sus autoridades y ciudadanos.

La experta lamentó la reacción chilena, primero por mantener la agresividad contra el país, que fue representado por el Ministro de Relaciones Exteriores, quien se constituyó en “Órgano del Estado boliviano”, y cuyo accionar estuvo enmarcado en la Convención de Viena de Relaciones Diplomáticas que le daba todas las prerrogativas para realizar su labor en los puertos de Arica y Antofagasta.

Según la entrevistada, Chile manejó erróneamente su estrategia, pues ante el anuncio de un viaje del canciller Heraldo Muñoz a tierras bolivianas y su posterior retroceso, se pensó que la Cancillería del Estado plurinacional iba a hacer lo mismo, pero el 13 de julio ya se envió una nota para confirmar el despliegue de la comitiva de alto nivel dejando a las autoridades de La Moneda en una situación poco más que incómoda.

VISAS

La determinación de Chile para denunciar el convenio bilateral de visado diplomático fue calificada por la académica boliviana como otro error chileno, pues denota nuevamente que su agresividad no hace a la relación de respeto y dignidad que hace a las relaciones internacionales modernas.

“Es una exageración y falta de tino de parte de Chile. En diplomacia existe el criterio de reciprocidad y Bolivia podía actuar de inmediato con la misma determinación sin tener que dar una explicación”.

Ante este panorama, Borelli considera que si bien las autoridades bolivianas también reaccionaron con declaraciones que no deberían darse en un cuerpo diplomático, el país hizo respetar su postura frente a la nueva agresión, esta vez comercial, que unilateralmente ha asumido Chile.

“Las autoridades bolivianas deben entender que representan a todo un país y sus declaraciones deben enmarcarse en lo que refiere a la relación diplomática, pero sin que esto signifique de ningún modo una suerte de subordinación. Se debe responder con firmeza pero con dignidad, porque manifestaciones exaltadas no llevan a ningún lado”, sostuvo.

LAUCA, OTRO TEMA PENDIENTE

Un nuevo frente de conflicto se podría sumar a la demanda marítima y la controversia por las aguas del Silala. El corte del río internacional Lauca fue parte de la corroboración in situ que hizo la comitiva boliviana de alto nivel durante su visita a Chile.

El canciller del Estado, David Choquehuanca, demostró que el caudal mínimo que Bolivia pierde por el corte del flujo de agua llega en promedio a los 600 litros por segundo.

En abril de 1962, el gobierno de Víctor Paz Estenssoro decidió romper las relaciones diplomáticas entre ambos países luego del corte en la principal represa que conducía las aguas del río Lauca a territorio nacional. Posteriormente, Chile hizo trabajos que canalizaron o desviaron el agua para evitar que ingrese al altiplano boliviano.

Borelli cuestiona el retorno que hizo Bolivia a la Organización de Estados Americanos en ese tiempo, pues después de una airada protesta se volvió a participar del escenario internacional favoreciendo la estrategia de Chile de “dejar pasar” el tiempo.

“Ahora es posible que Bolivia abra otro frente con el río Lauca, pero esto va a ser más complejo teniendo la demanda marítima y la demanda por las aguas del manantial Silala en la Corte Internacional de Justicia de La Haya”, citó.