El fundador de la Compañía de Jesús, una orden que cuenta con 17.000 miembros en todo el mundo, lo que muy pocos saben sobre Ignacio de Loyola es que, antes de tomar los hábitos, fue un soldado español que combatió en Navarra y que –además de la espada– fue conocido por ser un “ligón” empedernido y por haber cautivado a multitud de jovencitas con su melena. Cayó severamente herido en la defensa de Pamplona, donde una bala de cañón casi le dejó lisiado. Logró recuperarse y –gracias a los libros que narraban la vida de santos que leyó durante su convalecencia– terminó entendiendo que debía dedicar su vida a la religión cristiana.