Un reporte del Instituto Boliviano de Comercio Exterior, con cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), establece que en los primeros cuatro meses del año -enero a abril- el déficit comercial sufrido es de 485 millones de dólares, “triplicando el monto registrado en el mismo período de la gestión pasada, que fue de 115 millones de dólares”. Los informes señalan que las exportaciones se redujeron en un 30% mientras que las importaciones disminuyeron un 17 por ciento en relación con el año 2015.
No obstante lo indicado, en el mismo período, nuestro país mantuvo “superávit comercial con sus tres principales socios comerciales: Brasil con 53 millones de dólares; EEUU, 44 millones; y Argentina, 24 millones”. Los mayores déficits comerciales se los tiene con la China, 396 millones de dólares; Perú, 90 millones; Chile, 74 millones. “Los principales proveedores de bienes a Bolivia fueron China 20%; Brasil 18% y EEUU 11%.
Por el deterioro de los precios internacionales: petróleo, minerales y otros, existe una disminución del valor de las exportaciones en 29,8% al mes de abril 2016, respecto a similar período de 2015. Los estudios realizados muestran cifras que son motivo para preocuparse y tendría que ser el Gobierno, conjuntamente el empresariado privado, que adopte las medidas precisas para disminuir los déficits que, de continuar, pueden perjudicar seriamente a nuestra economía.
Se habla de pocos mercados con los que se ha conseguido superávits, ello mismo obliga a buscar nuevos mercados para ampliar el ámbito de las exportaciones; pero, al mismo tiempo, corresponde acrecentar la producción tanto en calidad como en cantidad; de otro modo, será difícil superar las cifras del déficit y menos sobrepasarlas con miras a nuestro desarrollo comercial.
Si bien hay cifras alentadoras en los informes, lo que corresponde es acrecentarlas pese a los menores precios de los productos exportados, así se tiene el caso de que “importantes productos registraron incrementos, tanto en valor como en volumen, tal el caso del plomo que aumentó 21% en valor y 18% en volumen. La castaña 14% y 24%, la joyería de oro 31% y 25%; el girasol y derivados 2% y 46%; las bananas 3% y 6%; el maíz 107% y 275%. El gas licuado de petróleo (GLP) 129% y 274%; productos de galletería y panadería 7% y 33%; frutas 29% y 30%; entre las más importantes y que registraron las mayores incidencias en el valor total de las exportaciones”, señalan los informes oficiales (EL DIARIO, 1/06/16).
Es, pues, importante que se tome en cuenta las cifras señaladas con miras al aumento de la producción y, si es posible, también con la expectativa, siempre presente, de conseguir inversiones que permitan, así sea a largo plazo, aumentar nuestras exportaciones.
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