Berlín.- La canciller alemana, Angela Merkel, reconoció ayer la inseguridad que han generado en el país los atentados yihadistas de Würzburg y Ansbach, cometidos por refugiados, pero defendió su política de acogida y aseguró que Alemania superará la “prueba histórica” a la que se enfrenta.
En una multitudinaria rueda de prensa tras interrumpir sus vacaciones, Merkel intentó conjurar los miedos de los alemanes tras los ataques registrados en el estado de Baviera y también contestar a quienes la acusan de haber infravalorado los peligros de acoger a cientos de miles de refugiados.
La canciller recordó las criticadas palabras que pronunció hace once meses -”vamos a conseguirlo”- y, tras indicar que nunca dijo que fuera a ser fácil, volvió a mostrarse convencida de que el país conseguirá afrontar con éxito esa “tarea histórica”. (EFE)