Uso ilegal de aguas bolivianas

Las empresas transnacionales que por disposiciones del Gobierno de Chile actualmente son dueñas del puerto de Antofagasta, donde crean una serie de dificultades económicas, sin respetar el trato que merecen los transportistas que llevan carga para la importación y exportación a mercados extranjeros, incluso se atreven a no respetar a autoridades bolivianas que fueron al terreno a comprobar los daños por discriminación en los sistemas de carga y descarga de mercadería boliviana.

En la noche del 27-07-2016, Cadena “A” transmitió por televisión una amenaza de la transnacional dueña del puerto de Antofagasta, manifestando que cancelará la posibilidad de que transportistas bolivianos usen las facilidades portuarias para la exportación de productos bolivianos. Dijo además que los transportistas bolivianos deberían bañarse para cruzar la frontera a Chile.

Frente a esta situación inadmisible, Bolivia debe hacer conocer a los ciudadanos chilenos que cuenta con proyectos rentables y con estudios de factibilidad para exportar directamente al Atlántico, minerales y productos agropecuarios del oriente sin que Chile tenga injerencia, construyendo un puerto en las faldas de los yacimientos de hierro y manganeso, comunicado con la Hidrovía Paraguay Paraná para llegar a Puerto Nueva Palmira, ofrecido por el Gobierno del Uruguay. Así los bolivianos podemos exportar directamente al Atlántico.

A esto podemos añadir que las empresas transnacionales utilizan el total de aguas bolivianas que Chile derivó de territorio boliviano. Al respecto podemos nombrar la recolección de aguas existentes en los bofedales del Quetena mediante la construcción de un canal de tierra con una pendiente por donde escurren 250 l/s medidos por los técnicos del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi). No se trata de un río porque en el área del Quetena, donde están los bofedales, no hay una cuenca hidrográfica para que el Gobierno chileno reclame a Bolivia, como si fuera un río internacional de curso sucesivo.

Debemos hacer conocer a los ciudadanos chilenos que estas transnacionales por su prepotencia impiden y perjudican económicamente al desarrollo comercial de Bolivia, que realiza mediante camiones de carga pesada hacia los mercados del Pacífico y del Atlántico. Además, estas transnacionales usan ilegalmente aguas bolivianas para el llenado de calderos de locomotoras a vapor en Antofagasta y vendiendo agua para uso doméstico en la región norte de Chile y para habitantes de puertos en Antofagasta, Arica e Iquique, incluyendo la venta de aguas para uso doméstico en las minas de cobre y en las minas de plata de San Cristóbal que operan en puerto Mejillones, para la industrialización de plata. Se enriquecen los propietarios de empresas transnacionales con el valor agregado al industrializar las materias primas de plata boliviana.

Otro problema que debería resolver la Cancillería se refiere al río Lauca que Chile en 1962 desvió hacia la región norte de su territorio, conforme al libro “La desviación del río Lauca”, elaborado por el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Bolivia, publicado en 1962.

En conclusión, Bolivia cuenta con proyectos que se puede construir en territorio boliviano para la exportación e importación de minerales y productos agropecuarios a mercados del Atlántico, ejecutando un puerto en su territorio, cuyo detalle está indicado en el libro “Corredor Fluvial Boliviano Mutún Atlántico” (A. Bazoberry Q., 2011), utilizando Puerto Nueva Palmira, ofrecido por el Gobierno del Uruguay. Este es un proyecto para la navegación fluvial desde las faldas de los yacimientos de hierro y manganeso del Mutún hasta la Hidrovía Paraguay-Paraná, cuyo costo sería entre 80 y 100 millones de dólares, excavando un canal de 140 m de ancho con una longitud de 120 Km, que compañías extranjeras construirían máximo en un año.

El Ing. Antonio Bazoberry Quiroga es Ambientalista Certificado y ex miembro del BID.

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