Caída de los índices económicos

En general los índices económicos están de bajada, virtualmente puede decirse que el país está en vísperas de una recesión. En estas condiciones, las estimaciones oficiales insisten en que el crecimiento de 2016 será de 4,5. Empero, el Banco Internacional de Pagos informó que Bolivia crecerá este año sólo el 3,8%.

El problema radical que origina situaciones de esta naturaleza es que en los últimos diez años, pese a la llamada “bonanza”, no se incorporó al ingreso ni siquiera un producto de exportación. Siguen siendo los únicos aportes los hidrocarburos-gas natural, la minería y la producción agrícola de Santa Cruz, en unos casos como materia prima, y en otros con algún avance en la manufactura.

Pese a esta realidad preocupante, el gobierno de Evo Morales persiste en los derroches y despilfarros. La planta administrativa del Estado, que no genera ingreso por sí, el gasto en el sector ha tenido un constante aumento. La consecuencia es que en 2014 el déficit ha sido de 3,42% y en 2015 llegó al 6,9%.

De acuerdo con estudios de la Fundación Milenio, la balanza comercial, medida en relación con el PIB (Producto Interno Bruto), en 2015 registró un saldo negativo de 2,6%. Desde el año 2003, la balanza ha sido favorable, al registrarse un significativo crecimiento de las exportaciones (gas natural y minerales), llegando a superar las importaciones de manera continua hasta 2014.

En ese año el ingreso por las exportaciones fue de 13.000 millones de dólares, en 2015 descendió a 8.752.9 millones, equivalentes a 466.9 millones, lo que significa que el país recibió de las exportaciones -32,3 por ciento. La caída fue en todos los rubros de exportación, siendo la más importante en hidrocarburos-gas natural con el 39,6%, seguido de los minerales con 27,4% y los productos no tradicionales con 19,6%.

A mayo de este año, la declinación resultó ser del 30%. Los pronósticos de organismos especializados indican que hasta fin de año persistirá este proceso negativo, con lo que el déficit fiscal puede traducirse en 6,9 de PIB.

La abrupta caída en 2015 se originó, en gran parte, por la caída de los precios del gas natural y de los minerales. El más alto saldo comercial que tuvo Bolivia en 2014 fue de 15.662,1 millones de dólares, equivalente al 1%, respecto al PIB; en 2015 ha caído a 7.669,2 millones, acerca del PIB 7,5. Medidos como parte del PIB nacional, los porcentajes de déficits son similares a los previos de 2005, duplicándose el déficit de un año a otro con un 3,4% en 2014 y 6,9%.

Cabe anotar que en el período 2009-2014, las ventas de gas natural representaron, en promedio, el 43% del valor total de las exportaciones y los ingresos fiscales por hidrocarburos el 31% de todos los ingresos del Estado.

En la actualidad se está produciendo 60 millones de metros cúbicos por día, de los cuales se exporta a Argentina 17 millones, a Brasil 33 y el mercado interno consume 10 millones. La preocupación latente es que tiende a reducirse la producción en los campos en actividad y tampoco se tienen reservadas probadas desde 2013.

En cuanto a las importaciones, de acuerdo con datos del organismo económico de Naciones Unidas, las importaciones sufrieron caídas desde mediados de 2015. En el primer trimestre registró el déficit de 363 millones de dólares. Como la situación no está cambiando, más continúa el proceso de deterioro, en 2016 puede superar a los 1.000 millones de dólares respecto al PIB.

El PIB del año pasado ha sido de 32.000 millones de dólares. Este año bajaría en alrededor del 4%.

A su vez, la tributación interna en el primer trimestre descendió en el 5,9%, por la menor demanda, pese a los estímulos oficiales para que en vez de caer siga en alza, como en años anteriores, hasta alcanzar el primer lugar en el PIB, con el aporte de 6% de ingreso anual.

El Gobierno cerró el 2015 con un déficit fiscal equivalente al 4,5% del PIB, lo que representa un aumento de 2,0% acerca del resultado de 2014.

Para cubrir estos saldos negativos, con la mayor facilidad ha recurrido a utilizar las reservas internacionales del Banco Central. En 2014 fueron de 15.329 millones de dólares, en 2015 cayeron a 13.517 MMD y al primer trimestre del presente año bajaron a 11.979 MMD. Estos datos corresponden a estudios de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Porcentualmente, la caída ha sido de -26%. Hasta el primer semestre de 2016.

El peso adverso de la caída de los índices expuesto cayó sobre las transferencias regionales. En 2015 se redujeron en 13,5%, respecto a 2014.

Las gobernaciones han sido las más afectadas, con la contracción del 24,9%, los gobiernos municipales con el 9,5% y las universidades con el 1,2%. El departamento más golpeado resultó ser Tarija, recibió en 2015 26,0% de regalías, respecto a 2014.

A propósito de todo ello, el análisis de Milenio expresa: “El incremento del déficit es fruto no solamente de menores ingresos fiscales, sino del constante aumento del gasto estatal. Si la caída en las cotizaciones de las materias primas fuese transitoria, eventualmente el balance deficitario podría cubrirse con mayores ingresos fiscales futuros, pero si la caída persiste y se consolida, la situación fiscal empeoraría y los riesgos para la estabilidad económica serían mayores. De ahí lo imperioso de un manejo prudente de las cuentas fiscales”.