Ya no hay indios

Como soy un periodista de la tercera edad, aún recuerdo que en tiempos pretéritos celebrábamos jubilosamente el 2 de agosto, el Día del Indio y todos éramos felices hasta que el vocablo incomodó a algunos y esta fecha se convirtió en el Día del Campesino, en el entendido de que algunos bolivianos vivían en el campo y otros vivíamos en las ciudades.

Fiel al vocabulario de mi tiempo, al amanecer de este día quise hablar con mi discípula periodística para preguntarle si hoy se celebraba el día del indio o el día del campesino, contestándome la imilla, perdón, la cholita: “Es muy difícil de dilucidar el término a usar porque en nuestro país ya no hay campesinos y estos términos son excluyentes, por lo tanto todos somos iguales”.

Eso de que todos somos iguales no me convenció, porque siento que hay un sector predominante que forma parte del poder y otro que está dominado.

La cholita periodista al verme sumido en un mar de confusión sonrió y me dijo: “Compadrituy, está usted hecho una “chipa” y no puede salir de ella, pero yo voy a ayudarlo; lo que pasa en nuestro país es que los indios ya no son campesinos, ahora ocupan el Palacio Real de la plaza Murillo y toda la Administración Pública, aunque desciendan de españoles, italianos, rusos, cubanos y venezolanos”.

Pregunté anhelante: “¿Y dónde están los indios o campesinos a los que quisimos saludar este 2 de agosto?”. Macacha reflexionó antes de contestarme.

“Ya lo sé: los indios o campesinos están en el Chapare sembrando coca y cosechando cocaína y dólares. Actividad que realizan en todo el territorio apto para ello. De dónde cree usted que viene “el blindaje” económico del que todavía goza Bolivia”.

Las deducciones de la cholita cochabambina nacida en Quillacollo me parecen razonables y es por ello que le agradecí, haciéndole recuerdo que se acerca peligrosamente la fiesta de la Virgen de Urkupiña y me escuece la lengua por ir a rezar, al igual que a la cholita valluna le escuecen los pies para ir a bailar.

Allí seguramente veremos a millares de indios y campesinos a quienes quisimos felicitar este 2 de agosto.