Una multitudinaria concentración de personas le dio el último adiós al padre Sebastián Obermaier, en una ceremonia que duró ayer más de cuatro horas en la zona de Villa Adela de la ciudad de El Alto.
La ceremonia fúnebre comenzó con una procesión desde la plaza de la Cruz, ubicada al ingreso de Villa Adela, que hizo su recorrido hasta la puerta de la parroquia Cuerpo de Cristo en la parte central del barrio alteño.
En el recorrido de más o menos un kilómetro, los acompañantes fueron cantando los himnos que le gustaban al sacerdote que eran interpretadas en las misas que él presidía. Muchos de los asistentes entonaban las canciones con lágrimas y también agitando pañuelos blancos durante todo el recorrido.