Chile desahucia diálogo con gobierno de Morales

El Gobierno boliviano conmemora los 191 años de Independencia con una creciente tensión con La Moneda y a la espera de una respuesta al pedido de diálogo que, según el canciller Heraldo Muñoz, no se realizará si no es en La Haya, a través de los dos juicios que enfrentan ambos estados. Para el diplomático del vecino país, las relaciones entre ambos estados nunca estuvieron tan malas en los últimos 100 años.

En tanto, el vicecanciller boliviano Juan Carlos Alurralde aún mostró optimismo, al afirmar que en la Cancillería están esperanzados en que la presidenta Michelle Bachelet responda el pedido de Morales de sentarse a dialogar.

DE MAL EN PEOR

El ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Heraldo Muñoz, reconoció ayer que las relaciones entre Chile y Bolivia “están en su punto más bajo de los últimos 100 años”, a causa de la “campaña confrontacional” del Gobierno boliviano.

Para Muñoz, quien fue entrevistado por Tele 13, inicidió, efectivamente, en que la situación de las relaciones entre ambos países “están en muy mal pie”.

“Chile ha estado en disposición de dialogar, el obstáculo entre los pueblos de Chile y Bolivia es el Gobierno boliviano, el que ha estado en una campaña confrontacional de ofensas contra las autoridades de nuestro país y nuestro pueblo”, agregó.

PRESUNTAS CAUSAS

Según el representante de la diplomacia chilena, el Gobierno boliviano “está muy golpeado por nuestra demanda contra ellos por el rio Silala, no estaban listos (...) y fueron también golpeados por nuestra contramemoria. Esto es lo que está detrás, el ver que los caminos se le estrechan y que Chile ha sabido mantener la serenidad”.

Muñoz, sin embargo, no se refirió a los constantes ataques e insultos contra autoridades bolivianas que profesa el diputado chileno Jorge Tarud o el pedido de la Alcaldesa de Antofagasta de ser hostiles con los bolivianos.

Tampoco mencionó la decisión de una autoridad regional de prohibir a compatriotas bolivianos conmemorar este 6 de agosto en territorio chileno, mucho menos mencionó la revocatoria del acuerdo de visas diplomáticas para autoridades bolivianas.

“ESPIONAJE”

Sobre la detención de un ciudadano chileno que ingresó de forma ilegal a territorio boliviano, se adentró más de tres kilómetros en la provincia Sud Lípez de Potosí para tomar fotos de los manantiales del Silala y del puesto militar cercano, el canciller Muñoz aseguró que se trata de “un profesor de Educación Física, que se graduó de la Universidad Católica de Valparaíso y que vive en Calama, que trabaja allá. Nos tenemos más información que esa, fue entregado a la PDI».

Sin embargo, ese ciudadano chileno, de nombre Mauricio Felipe Ortega Aliaga, aseguró a las autoridades bolivianas, que era periodista.

Sobre la acusación de «espionaje» de autoridades bolivianas, Muñoz eludió la respuesta y dijo: «no tengo mayores comentarios, el gobierno boliviano ha llamado espías a los periodistas chilenos, quienes estaban haciendo su labor profesional en Bolivia. Qué menos puede esperarse”.

GOBIERNO BOLIVIANO

En tanto, el Gobierno de Bolivia continúa esperando que Chile responda su reiterado pedido de diálogo para solucionar varios temas pendientes, entre ellos el libre tránsito y malos tratos a los transportistas en puertos chilenos.

El vicecanciller Alurralde aseguró que el Gobierno está dispuesto a entablar este acercamiento en el lugar que determinen las autoridades chilenas, mejor si es en Antofagasta o en Arica, para comprobar la vulneración al Tratado de 1904.

La autoridad dijo que, hasta ahora, Chile no se ha pronunciado sobre la propuesta de diálogo que ha planteado el país para superar los problemas bilaterales que existen entre ambos, particularmente por los inconvenientes presentados en los puertos de Antofagasta y Arica.

Precisó que el Gobierno boliviano propuso una agenda sin exclusiones, incluido el tema Lauca, “una agenda sin exclusiones que tiene muchos problemas y que debemos resolver”.

La relación entre Chile y Bolivia se tensionó en extremo con el viaje de una comitiva encabezada por el canciller David Choquehuanca y legisladores a los puertos de Antofagasta y Arica, principales rutas para la exportación de productos. Las autoridades chilenas alegan que la visita vulneró las normas diplomáticas.