Los Chévere

“Retroceder al año 1984 es revivir una época de sacrificios, meses de ensayos, ingresos y salidas de componentes que no se adaptaban a las exigencias de los que habíamos hecho este proyecto”, recuerda René Ponce, director de Los Chévere, a propósito de la reciente celebración de los 32 años de vida artística de la conocida agrupación nacional.

Alfonso Michel (+), Daniel Gutiérrez y los hermanos René, Sonia y Norma Ponce, con la mentalidad de hacer algo diferente en el ámbito artístico, se encaminaron a seguir con este proyecto, incorporando a Juan Sánchez (percusión), Roberto Ojeda (guitarra) y Gonzalo Lima (teclados), que se quedaron como componentes estables por muchos años, bajo la batuta de su otrora manager Juan Arce (+).

“Este proyecto quedó consolidado con disciplina, normas implantadas y renovación constante, pensando que también la música entra por los ojos. El respeto al público y al escenario era fundamental, nos sentimos orgullosos de haber hecho presentaciones de alto nivel y llegado a los lugares más recónditos de la Patria, animando las mejores fiestas de fin de año, carnavales, etc. Representamos a Bolivia, alternando con artistas y actores internacionales, como Lucía Méndez, Los Iracundos, Pachuco y la Cubanacan. Rescatamos ritmos, como la kullaguada, y las carnestolendas como un aporte a nuestra patria. Reconocimos el trabajo de personalidades artísticas, culturales y deportivas en nuestro programa de TV, El Show de Los Chévere, y fue una satisfacción inmensa”, resalta el músico.

“32 años de caminar junto a Chévere es agradecer a Dios por el don de la música, la energía que nos regala para transmitir a tantas generaciones, cada día con metas, sueños, unidos por el amor, nos hace más fácil estar a la cabeza del grupo. Mantenernos vigentes tanto tiempo, sin pausas, es admiración propia, estamos conscientes de que el día que dejemos los escenarios será para siempre”, sostiene Sonia Ponce.

Su hermana Norma recuerda, entre tantas anécdotas, lo que pasó un Año Nuevo. “Una fuerte tormenta desatada en nuestra ciudad y el tráfico trancado por los casi ríos que se formaron, hizo que Sonia y yo lleguemos faltando 10 minutos a despedir el año al salón de fiestas en la zona sur. Todos los componentes nos miraban callados, sabían de la fuerte multa que nos esperaba, ya que hacíamos prueba de sonido por la mañana y nos citábamos una hora antes del comienzo de la fiesta (seguimos con esa misma regla). Ni nuestras lágrimas conmovieron para pasar por alto este hecho, caímos en nuestras mismas leyes (sonríe). Mi admiración a René, mi hermano (director de Chévere), por tener una disciplina intachable”, rememoró la artista.

“Jamás pensamos integrar a nuestros hijos al grupo, Ivar Mancilla Ponce (percusión) y René Jr. Ponce C. (teclado), que por mérito propio y estudios académicos logran acompañarnos en este caminar, junto a Milton Siñani (guitarra criolla y eléctrica), que está más de 10 años en el grupo, y Rolando López (guitarra-bajo), todos conjuncionando juventud y experiencia, vamos mirando siempre adelante. Los Chévere nos encontramos felices, pues de mucho tiempo festejamos la independencia de Bolivia en nuestro país en varios acontecimientos después de haber compartido varios años nuestra música con nuestros compatriotas en Chile y Perú. Agradecidos con nuestro público por el cariño y apoyo que nos brindan, decimos “Viva Bolivia”, resaltó René Ponce.