A las universidades bolivianas les está haciendo falta una actualización en cuanto a carreras, programas y sistemas de enseñanza. Acerca de ello, EL DIARIO trató infructuosamente de hablar con el presidente del CEUB, organización que agrupa al conjunto de las universidades estatales, pero en forma reiterada no se nos pudo o quiso comunicar con él para visitarlo y concertar una entrevista especial sobre el tema que tratamos en esta oportunidad.
A falta de esta información básica, no queda otra opción que formular algunas señalizaciones sobre lo que se observa en la materia, así como opiniones parciales captadas al respecto.
En muchos sentidos, la actualidad mundial en cuanto a conocimientos ha cambiado sustancialmente, como resultado de los avances en ciencia y tecnología. Además, de investigaciones científicas muy valiosas que esporádicamente difunden los medios internacionales de comunicación.
A propósito, mucho se incide en que esta es la Época del Conocimiento, cuya trascendencia y alcances por supuesto que tienen mucha trascendencia para la vida humana. Si en el pasado el conocimiento fue más de predominio de las potencias económicas y militares, en la actualidad su acceso dejó de ser excluyente. Más todavía, se ha popularizado con Internet y los equipos que funcionan como parte de sus servicios.
Ello está determinando, guste o no, que los conocimientos universitarios del pasado estén quedando rezagados, si acaso no petrificados en las cuatro paredes de los centros académicos, en particular de los países en desarrollo como el nuestro.
O si se están produciendo los cambios que sean más apremiantes, no se los conoce mayormente. En efecto, en el supuesto de que se estén produciendo, no han alcanzado el conocimiento público requerido. Pues, toda modificación que se esté efectuando -si este es el caso- debe tener amplia difusión, no tanto como noticia habitual, sino porque los jóvenes que tienen ya capacidad de iniciar estudios técnicos o académicos, necesitan conocer en detalle cuanto esté sucediendo en las enseñanzas superiores.
Solo de esa manera tendrán un mayor abanico de posibilidades, pero además podrán conciliar sus preferencias, facilidades e intereses.
Existe, además, otra obligación de las universidades públicas -que son gratuitas-, que es informar sobre los cambios que se está produciendo en sus ámbitos internos, en vista de que su existencia se debe al financiamiento estatal, el cual proviene de los impuestos o rentas que produce el país.
Es decir que su existencia se origina en fondos públicos, de los cuales las universidades están obligadas de dar cuenta del uso que se les otorga, en la actualidad, de acuerdo con los nuevos tiempos que se vive.
Es probable que muchas carreras hayan producido profesionales hasta la saturación, mientras que otras quizás no cubren exactamente los requerimientos que se tiene. En otros casos, ni se tenga aún la previsión de crearlas, a pesar de las nuevas necesidades profesionales de la época.
Es asimismo necesario anotar que en estas líneas no se vierte crítica a alguna de las casas superiores de estudio, lo único que se les está planteando es que se actualicen para estar acordes con las realidades actuales y futuras. Ante la eventualidad de que lo hubieran hecho ya, pues solo se les pediría una información completa al respecto.
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