Mayor reto de Mamami Mamani fue pintar condominio Wiphala

El maestro Roberto Mamani Mamani, reconocido pintor quechua de padres aimaras, reveló que su mayor reto fue encarar el pintado del condominio Wiphala, un megaproyecto arquitectónico de siete bloques, cada uno de 12 pisos, que se levanta en medio del barrio El Mercedario de la ciudad de El Alto. Dijo que se iniciaron las gestiones para que la construcción multicolor con motivos de la cosmovisión andina sea presentada al Libro de los Récords Guinnes. 

“El Wiphala tiene toda la energía de Los Andes, es el proyecto más importante de mi vida, es el más grande, un megaproyecto, donde no solo está la parte decorativa, sino que ofrece un concepto, tiene un algo que decir, tiene detrás de toda la intervención 14 murales, más de 10 mil metros cuadrados puestos. No hay otro en el mundo con este enfoque”, señaló el artista a ANF.

Según el pintor, el condominio de 336 departamentos reúne características únicas no sólo por sus dimensiones, sino sobre todo, por su composición artística y su enfoque que resume la cosmovisión andina en un sitio que, en su criterio, debería convertirse en un centro ceremonial de El Alto.

“Le puse el nombre de Wiphala porque significa comunidad, porque intervienen en cada mural los colores del arcoíris, los colores de la wiphala y está compuesto por toda la familia; está la Pachamama (la Madre Tierra), la Cruz del Sur como símbolo de inicio, está el amauta, el sabio, el niño cóndor, el sapo que simboliza fertilidad, la ñusta (virginidad), la taika como madre y están ubicados por la salida del sol”, explicó el artista en medio de sus obras expuestas en el centro cultural que lleva su nombre.

INVITACIÓN

Dueño de distinciones nacionales e internacionales, Mamani Mamani señaló que fue invitado por la Agencia Estatal de Vivienda (Aevi) para encarar el proyecto del condominio, el cual aceptó casi de inmediato tras haberse enterado que la construcción beneficiaría a familias sin vivienda propia.

“Cuando me llamaron, me imaginé en El Alto; en un paisaje altiplánico a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar, darle un toque de colores, de energía culturalmente nuestra, donde los colores fuertes sirven para ahuyentar a los malos espíritus y no quedarse en la oscuridad, son la alegría de la vida, un concepto de alegría, pero lo más importante y lo que más me ha interesado era darle esta información a esta gente”, señaló.

Con la experiencia de 35 años inmerso en la actividad artística y haber vivido en varios departamentos del país y radicado por varios años en diferentes países de Europa, Mamani Mamani aseguró que mucha gente de El Alto jamás fue a un museo o una galería de arte, y por tanto el Wiphala le ofrece información sociocultural y artística, y es necesaria mantenerla viva entre las nuevas generaciones de campesinos migrantes del altiplano.

“El objetivo es que cuando los niños, jóvenes o mayores abran su ventana digan: yo soy un guerrero o soy la Pachamama o soy la awich´a (anciana) que da sabiduría (…). Los niños cóndores deben conducir la tierra pero para tener ese linaje hay que enseñarles la cosmovisión, el respeto al agua, al aire, a la tierra, al prójimo, practicar el ayni, para ser seres andinos, seres montañas”, señala.

Mamani Mamani espera que la Alcaldía alteña acompañe el esfuerzo y construya más infraestructura en torno del condominio para convertir al Wiphala en un centro ceremonial de propios y extraños. Explica que la hoja de coca en la plazuela del centro de ocho metros de altura también tiene su propio significado, y es la familia que está hecha con cuatro dimensiones que representan al padre, madre, hijo y coca.

Al ser consultado cuánto le pagó el Estado por su trabajo en el condominio, Mamani Mamani responde que el tema económico fue manejado por la Fundación para las Artes y para la Cultura Mamani Mamani de su propiedad. 

“Lo que pasa con los artistas y en especial conmigo, es que para mí lo más importante era hacer el trabajo, y de lo otro se encargó mi fundación. Para mí lo más importante fue cubrir los gastos de pintura, creo que Monopol ha ganado más que yo en realidad (risas), y son pinturas especiales con garantía de cinco años, especiales para el clima que tiene El Alto, con barniz”, señaló. (ANF)